CALLES CON VIOLENCIA

¿Habrá comenzado el show calles sin violencia? Pregunto, ya que por aquí no aparecen tanquetas, soldaditos de plomo y perros bravos expulsando saliva por el hocico. Aun espero alguna redada sin aviso previo y paracaidistas aterrizando en la esquina del frente.

 

Hoy anduve por Diez de Julio y luego por Alameda y tampoco divisé novedad alguna, solo una cantidad cada vez más increíble de fulanos mal agestados caminando sin rumbo conocido ¿A dónde iría cada uno de ellos? Me temo que tal vez emprendían algún tipo de viaje de negocios.

 

Reconozco que esta mañana salí a la calle con entusiasmo, pensando en toparme con sargentos primeros disfrazados de tortugas ninjas azotando a negros indocumentados, acarreando prisioneros al apedreado furgón, limpiando las calles de prostitutas, carpas, vendedores ambulantes y reducidores de especies, mientras dejaban pasar sin problema a la gente decente rubiecita de ojos azules. Nada de eso fue lo que vi ¿Será que el proceso de salvación nacional comienza la próxima semana? Tal vez madrugué demasiado temprano y en día equivocado.

 

Tengo la impresión de que los pacos de doña Paulina están apiñados y acantonados en el Paseo Ahumada entre Huérfanos y Plaza de Armas, todos juntos para la foto, cuidando a los reducidores de especies robadas protegidos de doña Irasí, la imperturbable ladrona de la comuna.

 

Si usted decide visitar el centro de Santiago, le recomiendo caminar con mucho cuidado, hasta con indisimulada finura si se puede, no sea cosa que pise algún mantel repleto de buzos Adidas, u otro con poleras Lacoste, mire usted que puede salir con el paño pifiado, y esto si es que está en su día de suerte, ya que puede irle peor y terminar con su minuto de fama en La Tercera o Biobío tipo “desconocidos apuñalan cincuenta y nueve veces a fascista desubicado”.

 

Me comentan que Providencia anda por las mismas. La viejita loquita que la regenta aparece a diario en los medios serios aconsejando sobre el buen vivir, advirtiendo sobre la inconveniencia de las malas costumbres y anunciándonos que este no es el camino de la paz social, mientras la criminalidad se apodera de sus calles que, dicho sea de paso, cada día están mas inclusivas y repletas de ciclovías y depósitos de basura multicolores, en los que usted puede tirar las botellas en uno, la caca del perro en el otro y en el tercero lo que le sobra. Se nota que al menos en apariencia somos un país desarrollado e inclusivo preocupado del calentamiento global y el buen vivir de todas, todos y todes.

 

En La Florida si que la delincuencia está a raya, el regente de la zona demuele y demuele casas-guaridas de gente mala, al mismo tiempo que lo publicita denodadamente en matinales, noticieros de hora de almuerzo, programas misceláneos de media tarde y luego en horario prime. Creo que deja a un doble en la oficina del municipio firmando papeles.

 

En la derecha, -aunque se supone que el alguacil de La Florida ya no es de derecha sino independiente de centro cercano al PDG o algo similar-, no lo quieren nada, al parecer lo encuentran picante. Que quieren que les diga, el Carter con seguridad no pertenece a la GCU; ni se educó en el colegio de los niñitos; ni se confirmó con el padre Ossandón, que dicho sea de paso nunca mas se vio por la parroquia, creo que de la noche a la mañana apareció en un colegio de Osorno hacia el interior. Que Dios lo bendiga al padre Ossandón ¿Aun hará esos retiros en que los niñitos lo pasaban chancho?

 

La verdad es que le encuentro un poco de razón a la gente de la derecha, aquí entre nosotros, parece que Demolition Man no es especialmente aficionado al baño; lo noto como excesivamente transpirado, con el caracho medio aceitoso, como brillante. No se si será cosa mía y tampoco es para andarlo publicándolo en cualquier parte, obviamente, nunca tan rotos, recordemos que debemos amar al prójimo tal como nos enseñaba el padre Ossandón.

 

En fin… Yo creo que este asunto de las calles sin violencia comienza la próxima semana o tal vez la siguiente. Por mientras, en Barbarilandia todo sigue igual ¿O será que en Chile no pasan esas cosas?