UNA HISTORIA DE BARBARILANDIA

El 95% de los supuestos damnificados que solicitaron ayuda al gobierno, son falsos ¿Alguien se extraña? https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/region-de-valparaiso/2024/03/09/gobierno-revela-que-el-95-de-solicitudes-de-ficha-fibe-son-de-falsos-damnificados-de-incendios.shtml

 

Esto es Barbarilandia, señores, un país casi completo en estado de semi barbarie -¿acaso ya será hora de retirar el “semi” de la descripción”?- dispuesto a robar y robar todo lo que sea posible, antes de que otro se lo robe y no quede nada.

 

Recordemos: Un 78% de la población votó a favor de que los comunistas redactaran una nueva constitución que, se supone, entregaría cosas gratis financiadas por “otros”. Luego fue refrendada esta cifra de sinvergüenzas en la elección de convencionales.

 

¿Y que podemos suponer del 22% restante? Pues yo supongo que una pequeña parte de esa gente es decente, y otra parte no sabemos de que tamaño votó en contra de la iniciativa suponiendo que serían ellos los “otros” que pagarían la farra. Digamos que “se escurrieron”.

 

Las cifras tienden a cuadrar ¿Lo dejamos en un 90%? Yo lo dejarían en esa cifra, un 90% de sinvergüenzas, ladrones, vividores, farsantes y estafadores no me parece exagerado si se trata de Barbarilandia.

 

Recordemos los falsos exonerados, los famosos falsos torturados, los falsos “algo” de todo tipo que aparecen de tanto en tanto en el debate nacional, el mismo debate que es desestimado rápidamente por los señores políticos de todos los sectores, y por los compañeros de la prensa seria de todos los medios “serios”.

 

¿Recuerdan los saqueos masivos durante el “estallido”? Hordas desocupaban tiendas y supermercados con toda la calma del mundo, protegidos por carabineros y militares que ordenaban la fila de saqueadores entregando turnos para robar.

 

¿Y las colusiones entre grandes empresarios y políticos? ¿Y las licitaciones del estado que siempre terminan en manos de conocidos, amigotes, parientes y demás cómplices pasivos y activos?

 

¿Acaso no fue una colosal muestra de corrupción la masiva importación de haitianos organizada por Bachelet y los jesuitas? Hoy se buscan cementerios clandestinos en tomas y campamentos donde niñitos del “techo” encuentran aprobación social, redes, y tal vez un pasaje sin escalas al cielo, siempre financiado y padecido por los contribuyentes.

 

Sé de estrategias masivas destinadas a falsear la antigua ficha CAS, hoy denominado Registro Social de Hogares, en que millones de falsos pobres ocultan en la casa de la vecina televisores, videojuegos, computadores y todo tipo de muestras de su no-pobreza, mientras una cómplice asistente social comunista del municipio certifica a falsos pobres de manera compulsiva. Así ganan las elecciones municipales los alcaldes-delincuentes.  

 

Chile es un país de sinvergüenzas y oportunistas, lo sabemos, aunque se opta por ocultar la verdad, tal vez porque los tejados de vidrio abundan.