DESTINOS DE TODO TIPO

Mucho se habla de la inmigración del vecindario hacia Barbarilandia, sin embargo, no mencionamos a los chilenos que se van del país. Hay de todo.

 

A USA se van quienes invierten, quienes pretende trabajar persiguiendo el supuesto sueño americano y las bandas criminales que asolan California y otros estados permisivos con la delincuencia.

 

A España van quienes pretende vivir de vagos a costa de la seguridad social que pagan los pocos españoles que aun trabajan.

 

En Europa en general pululan hordas de carteristas, cogoteros, mafiosos y lanzas nacionales.

 

A Canadá y Nueva Zelanda se van todo tipo de locos, fanáticos, putas y degenerados. Generalmente progres de medio pelo que fingen lo que no son y cumplen con los requisitos antes mencionados. Una vez instalados en el supuesto primer mundo, votan desde el consulado por gobiernos comunistas para Chile, los que sufriremos quienes nos hemos quedado en este lupanar con vista al mar ¡Ja!, para que luego reclamen por tratarlos de locos, fanáticos, putas y degenerados.

 

A China no van por varias razones, se creen la propaganda occidental sobre china, no son capaces de trabajar como un chino, no son tan inteligentes como un chino, no son capaces de ahorrar como un chino, y los chinos tampoco quieren ni necesitan recibir escoria social, por lo que no creo que los dejen entrar.

 

También están los hijos de políticos, zánganos que parasitan del estado, enchufados en el poder y demás sinvergüenzas. Estos se suponen que estudian en universidades progres mediante becas financiadas por quienes pagamos impuestos, incluidos “quienes más lo necesitan”. Toda esta escoria prosigue su vida viajando entre Chile y no sabemos donde, escribiendo imbecilidades que firman como supuestos expertos y que financiamos los mismos de siempre; nosotros.

 

No sé de comunistas chilenos viviendo en Cuba, Venezuela o algún otro paraíso terrenal, salvo que sean parte de la nomenclatura que esclaviza y roba al personal. Le llaman justicia social, los explotan ellos por su bien, para que no los exploten los otros, según nos cuentan.

 

A Japón y Corea del Sur tampoco van los chilenos, en esos países se trabaja demasiado y se suele respetar la ley, lo que los deja como lugares inhóspitos para los chilenos y su chilenidad.

 

Luego están quienes viajan por placer. A Miami van a comprar cachureos de marcas conocidas; a Cancún van a comer y chupar hasta vomitar en mesones todo incluido; al sudeste asiático van a putear y maraquear, preferentemente con menores de edad; a Cuba idem, aunque esta vez a costa de una pobre esclava o un pobre esclavo que se venden para poder comer, lo que deja en evidencia la calidad moral de los turistas que acuden a esos siniestros destinos.

 

Sabemos que a Suecia fue a parar casi todo el mugrerío que abandonó al Chicho a su suerte. Aún deben estar mintiendo sobre las bondades del comunismo con empanadas y tinto, mientras viven de subsidios estatales.

 

Los pocos que van a África son buenistas con previo paso por el techo, estos van a darle de comer a los negros, se sacan fotos dándole de comer a un negro y luego regresa a comentar que le dieron de comer a un pobre negro. Creen que así los consideran buenos y de paso se ganan un pasaje al cielo. Otros miserables que utilizan artefactos tecnológicos y ropa de marcas “top” fabricados con metales extraídos por esclavos africanos y procesados por esclavos asiáticos.

 

Entiendo que en Argentina existe una importante colonia chilena que se fue a trabajar en aquellos tiempos pasados previos a la instauración del “modelo chileno”. Era la mano de obra barata de aquella época.

 

Hoy ando amoroso con los huevones, ¿se nota?