sábado, 6 de julio de 2024

EL PULPO AL ARCO

No puedo evitar el regreso al mar que tranquilo nos baña y sus peces sintientes. Resulta que no solo son sintientes, ahora me entero de que rebosan habilidades insospechadas; juegan al futbol en el fondo del mar, hacen trucos como el Mago Larraín y utilizan herramientas, tal como don Clorofilo, el gasfíter de la familia. Se comenta sobre la existencia de un Merluzo que le hace empeño como wing izquierdo. El mundo comienza a conocer que existe un país llamado Chile. Hemos logrado la fama. https://www.youtube.com/watch?v=B1bz3ieFdDk

 

Mi equipo: Al arco el pulpo, las saca todas; lo quiero ver en un penal frete a la cojinova rival: Línea de 4: Laterales, dos cangrejos con así las medias tenazas cerrando las bandas; por ahí no pasará ni la albacora del equipo contrario. Centrales: Dos congrios colorados, esbeltos, ágiles y de buen juego aéreo. De 6 una centolla que marque y distribuya el juego con prudencia y claridad en la salida. Por los costados dos jureles que suban y bajen hasta desfallecer. De 10 una reineta, ya saben, por eso de rey-Pelé, el 10; rei-neta, ¿se entiende? (chiste solo para eximios peloteros). Arriba dos rapidísimos atunes de cola amarilla ¿Imaginan un pase en profundidad de la reineta, y los atunes superando la marca de las corvinas rivales? Nadie los podría detener.

 

Esta gentuza nació con problemas, tal vez su madre le ponía de la wena a diario durante el embarazo, o sufrieron hipoxia neonatal; o quizá quedaron demasiado tiempo a cargo de profesores de colegios de curas rojos y el resultado era de esperar…, o vaya a saber usted que cosa puedo sucederles durante el transcurso de sus vidas. Tengo la impresión de que la madre ebria los dejaba bajo la custodia de maratones de Bob Esponja, y de ahí nace su fijación por seres marinos que hablan sin que les entre agua a la garganta.

 

En aquellos buenos tiempos en que occidente aun no comenzaba su deriva enloquecida y enloquecedora, y hordas de niños normales no eran sometidos a lavados cerebrales y martirizados a diario en colegios con jornada escolar completa; la calle era nuestra vida.

 

Ahí aprendimos a jugar al futbol, pero con los pies en la tierra; a la payaya; a lanzar piedras con honda; a tirar escupo a un tarro de leche Nido con carburo para que explotara; a curar hilo de volantín con vidrio de ampolletas quemadas; jugábamos a las bolitas; nos agarrábamos a peñascazos y llegábamos a la casa sangrando; instalábamos en la cuneta un casino clandestino donde apostábamos láminas de álbumes al cachipún; ingresábamos ilícitamente a las casas vecinas a robar fruta y recuperar nuestra única pelota de futbol; armábamos peleas contra los fulanos del barrio de abajo; cazábamos ranas en el estanque del cerro; alimentábamos con nuestro pan con mantequilla a los amigos perros callejeros; ingresábamos al estadio sin pagar; nos colábamos a hediondos y miserables cines de barrio coimeando al portero; causábamos amagos de incendio con los petardos, viejas y cohetes chinos que lanzábamos durante el año nuevo; los cabros chicos eran nuestros esclavos, y nosotros los esclavos de los mayores, como ha sido durante toda la historia de la humanidad hasta que las universidades masificaron el ingreso a todo tipo de sub normales, psicópatas, sinvergüenzas y atorrantes dedicados a escribir cosas como que los peces juegan al futbol y resuelven raíces cuadradas. Es decir, vivíamos en un mundo normal.

 

¡Qué tiempos aquellos! en que los colegios y las universidades no interferían en nuestra educación.

 

Es cierto que en la televisión aparecían Los Picapiedra, la familia de cavernícolas; y Yogui y Bubu robando alimentos a los visitantes del parque mientras soñaban con viajar a la ciudad; reconozco que Mandíbula era un tiburón que hablaba y seguramente jugaba al beisbol, y que el perro Patán conducía un avión intentando cazar al pichón. Todos sabíamos que eran historietas y que quienes intentaran volar como Supermán se sacarían la chucha por huevones. Todo era normal en aquella época.

 

Contábamos chistes de chinos, de negros, de maricas, de viejas feas, de guatones y flacos, de indios, de enanos, el típico de donde aparecía un argentino, un peruano y un chileno, sin temor a ser acusados de xenófobos;  y de todo lo que pudiera servir para pasar un buen rato. Eran bromas y no pasaba nada. Todos lo sabíamos. Eran tiempos felices y normales.

 

Eran aquellos buenos tiempos en que los peces aun no aprendían a jugar al futbol ni a rellenar un zudoku, la gente no se auto percibía; nadie pensaba en viajar al sudeste asiático antes de encontrar trabajo ni de comprarsu casa; ni siquiera suponíamos que era posible acumular doce pelotas de futbol en cada casa si solo teníamos una para toda la pandilla de malhechores y descarriados. Éramos sensatos, felices, vivíamos sin complicaciones y todo era normal. Mi papá era mi papá y mi mamá era mi mamá, mi abuela nos retaba y la vecina podía interrumpir la pelea a combos dándonos un charchazo a cada uno sin temor a ser encerrada en prisión por actuar de referí. En aquellos buenos tiempos el que no hacia las tareas se llevaba un correazo, y sin chistar, por golfo ¡Qué tiempos aquellos!, en que todo era más simple, más razonable y mas humano.

 

Fue hace ya muchos años, antes de que las machas recitaran a Gabriela Mistral y los cangrejos intentaran auto percibirse como gatos callejeros.

 

 

 

29 comentarios:

  1. Utilizando google maps por que cuadrante te movías en Viña del Mar y con que años por ejemplo los 10.🤣👍

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    1. Si, ahí vivía cuando chico y ahí nací, en Viña del Mar.

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    2. Podrías precisar yo te puedo decir en donde viví hasta 1976 y dar nombres de gente que conocí y de algún matón de barrio🤔

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    3. Agua Santa, arriba, dónde está la Copec, por ese barrio.

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    4. Puede ser este el barrio donde vivía Don Maximo "en que todo era más simple, más razonable y mas humano"

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  2. jajajjajaja....gran articulazo MAXIMO, mis felicitaciones sureñas...deberias hacer lo del Chascon Villegas, juntar sus articulos y publicar libro tras libro de letra grande y delgados.
    Le llevo comprado tres.
    Porque, como te he dicho, eres como predicando en una Capilla cuando vas para Catedral.

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  3. Brillante Maximo, buen humor a costa de los subnormales progres y nostalgia del pais que era.

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  4. Nunca tuve un ojo morado.
    Bombero contra los turistas?🤔

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  5. Sobre el ojo morado, puede que ni se acuerde....

    Es lo que acabo de leer, están tirando agua a los turistas en Barcelona..Son protestas anti turistas......
    😊
    Corrijo: Máximo Chambónez

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  6. Concuerdo con Maximo, no era un mundo ideal el nuestro ni mucho menos, pero era de gente normal, no de autopercibidos.

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  7. Pues ojo morado no.
    Y sobre los turistas no estoy en contra y una de las responsables fue la ex alcaldesa Colau que se negó a construir hoteles en una ciudad que una parte de ella vive del turismo.

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  8. Menos mal...
    De Comunes tenía que ser...

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  9. 1.-Menos mal.. sobre los combos en el barrio
    2.-De Comunes tenía que ser...Sobre la ex alcaldesa..
    🤦‍♂️

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  10. Eramos felices con tan poco... que no lo sabíamos.

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  11. Recuerdo los carritos hechos de madera y rodamientos de ruedas en desuso. Con las piernas los dirigíamos.... Eran super rápidos.... .y cuando caíamos al suelo éramos resilientes.... Ja,ja,ja,ja,ja.

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    1. Jjaja, si, pero jamás me subí a uno. Se tiraban desde los cerros con destino incierto. Eran carretones creo...

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    2. Jajaja, encontre una version mas sofisticada pero el principio era el mismo...

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      Los construimos a medida y con asientos tipo competición...también en madera.

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    3. También los utilizaban como sillas de ruedas en la calle para pedir limosna. Eso se propagó en la UP...

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  12. Que tiempos aquellos, y las barbaridades que hacíamos con 10 y 11 años, hoy un adulto de los cristales no las hace.
    Aún recuerdo por el 71 lleve a un pelusa a la casa, de mi edad tb, y en la tele black & white obviamente, dieron una película de pistoleros, tarde de cine creo que se llamaba en tvn, la vimos extasiados, termina y el pelusa algo comenta de los muertos, creía que todo era verdadero, tuve que explicarle que era falso, etc, etc. Eran otros mundos.

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