ROBAR DENTRO DE LA LEY

Se acercan las elecciones, por lo tanto, como buenos demócratas que somos, asistiremos a dar nuestro voto a quienes consideremos mas aptos para robar; y lo haremos con entusiasmo y cultura cívica. Yo opto por el que robe menos y no se note demasiado; robar con escándalo es muy falto de clase.

 

Debemos legalizar el robo, o más bien normarlo sin legalizarlo, así, a lo hipócrita, y colocándole otro nombre y especificando el noble fin que persigue. Si usted roba con otro nombre y dentro de la legalidad, de inmediato se transforma en un buen ciudadano. La izquierda, por ejemplo, siempre ha intentado convencernos de que roban para los pobres, para el partido, y solo a los ricos. El populacho bárbaro les cree o hacen como que les creen y así ganan elecciones.

 

Es importante crear un Registro Nacional de Robos, dependiente de la Subsecretaria del Delito, todo esto bajo la tutela del Ministerio del Interior. No existe nada peor que renegar de la formalidad.

 

Imaginemos que les entregamos una cuota para robar, y con la condición de que no quemen, saqueen, ni destruyan la economía. Esto se implantaría con incentivos. El día que incendian no pueden robar, si llevan dos semanas sin incendiar puede robar con un bono del 20%. Si los políticos roban y el país crece sobre el 4% anual, el latrocinio prescribe el 31 de diciembre de ese mismo año; si, por el contrario, el crecimiento económico se ubica entre un 3% y 2%, prescribe un año más tarde; y si el crecimiento es menor deben devolver un tercio de lo robado. La gente civilizada se entiende conversando, no hay para qué armar líos por tan poco.

 

Otro sistema de cuotas a implementar debe considerar el grado de parentesco. Su esposa o marido solo pueden robar un 50% de lo que roba el titular del cargo público; los hijos un tercio del monto cada uno (debemos fomentar las familias numerosas), y parientes cercanos solo un 20%. Esto no es chacota y los recursos con escasos. Lo que robe la amante de turno se debe descontar desde los ingresos de la esposa oficial. Obvio, porque no le vamos a mantener a la amante a los huevones. Dignidad ante todo, somo un país republicano.

 

Solo se considerará robo en nombre de los pobres, si al menos el 50% del botín es repartido directamente en las poblaciones y en dinero en efectivo antes de 30 días corridos de perpetrado el hecho. El robo para campañas políticas, es decir, en nombre de la democracia, podrá ser considerado moralmente licito hasta completar 1.000 UTM anuales, a partir de ese monto lo robado tendrá una penalización del 25% del dinero recaudado durante el año calendario.

 

Jamás debemos perder nuestra identidad nacional, nuestro compromiso con la democracia, la igualdad y los derechos humanos, ni debemos perder el norte robando fuera de la ley. La estricta observancia de la legalidad es fundamental, si nosotros no somos cualquier cosa.