HASTA EL PORTERO LO SABÍA

Si de algo estamos seguros los chilenos, es que en este lupanar las instituciones funcionan. El problema es que funcionan para el beneficio de los sinvergüenzas que las controlan. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2025/04/26/1164653/oposicion-escucha-crispi-allende.html

 

Esta vieja cara de pasa, que es más vieja y más cara de pasa que la otra, es una fulana que ha vivido décadas gracias a su apellido. Y el prontuario que la precede es extenso. Basta recordar su participación en la estafa de los falsos exonerados, y no es lo único. Según Crispi, otro patán descarado, la vieja sinvergüenza wevió, wevío y wevió para que le comprara la casa.

 

Que esto se haya conocido debido a que el mismo Crispi tenía el teléfono interceptado por otro caso de corrupción, nos demuestra, una vez más, que esta gentuza es parte del crimen organizado, si aceptamos la acepción literal de dicho concepto, ya que son gente que está organizada y comete crímenes. Demás está decir que el Crispi pertenece al círculo íntimo del Merluzo, como pertenece también el Jackson, otro que debió fondearse por el caso de los computadores y la caja fuerte robada en una operación comando. Si unimos todas estas piezas y muchas más, comprobamos que todos están involucrados y/o informados de todos los delitos que hemos conocido durante años.

 

Resulta trágico comprobar una y otra vez, que estamos regentados por una banda mafiosa de ladrones desquiciados, que a su vez son elegidos y apoyados por al menos un tercio de la población y a veces más de la mitad de ella, seres miserables que se sienten fielmente representados por esta horda de atorrantes y mugrientos delincuentes.

 

Los miembros, miembras y miembres de esta organización criminal dedicada con entusiasmo a enriquecerse ilícitamente, no conformes con lucrar de sus cargos e influencias, se esmeran en destruir el país, lo que grava sus viles actos y los encarece hasta el infinito. Son, entonces, lo peor de lo peor, la escoria de la sociedad, basura recogida de calles y universidades, y que ha sido designada por la mayoría de una muchedumbre envilecida como administradores de todo lo que nos rodea.

 

No tenemos futuro mientras la mayoría del populacho bárbaro esté compuesta por escoria social cuyos principales objetivos son robar y vengarse de los demás y, para lograrlo, mandatan como ejecutores del acto delictual a grupos mafiosos de esta calaña.