DOS TIPAS AUDACES

Mañana domingo sabremos si Winter, Tohá o Jara será el candidato presidencial de la izquierda. Algunos derechistas prefieren a Tohá, según dicen, por ser la candidata moderada, aunque formó parte del gobierno del Merluzo ¿Se entiende esta postura? Yo no.

 

Otros desean el bastante improbable triunfo de Winter, por considerarlo un pobre tipo sin capacidades ¡Error! Boric también es un pobre tipo bastante menesteroso intelectualmente, y la Lista del Pueblo estaba repleta de raros especímenes este tipo, sin embargo, o tal vez precisamente por esa razón, el pueblo chileno, siempre inclinado a votar por “gente como uno”, los apoyó.

 

¿Y Jara? Pues la vieja chica es considerada por algunos derechistas una presa fácil en segunda vuelta (los derechistas siempre tan ingenuos, oye) En Chile no quieren a los comunistas, nos advierten algunos sabiondos de “nuestro sector”, olvidando que la UP era un conglomerado de marxistas; los redactores del mamarracho también, la Nueva Mayoría de la comandante Claudia los incluyó en el gobierno y Boric es un comunacho disfrazado de joven idealista algo mugriento, harto atorrante y poco fiable.

 

Muchos derechistas, como siempre, andan bastante perdidos ¡Imagínense que algunos apoyan a Kaiser!, a quien cualquier candidato marxista le daría una paliza en segunda vuelta. No quieren entender…

 

¡El chileno no vota por comunistas!, nos advierten…  Yo les digo ¡Mentira!, si lo hacen.

 

Mi apuesta inicial antes de que conociéramos los precandidatos de la izquierda pronosticaba el triunfo de Jara. La mantengo. No sabemos si esto sucederá, pero de que puede ganar, puede hacerlo, y de que puede ganar en segunda vuelta, más aún con Bachelet paseándose junto a ella por todos lados, puede hacerlo. Esas dos viejas chicas truculentas son “gente como uno” para muchos millones de chilenos.

 

No confío en los chilenos ¿Ustedes sí?

 

Prefiero aferrarme a la posibilidad de que algunos cientos de miles de votantes extranjeros impidan la llegada de un nuevo candidato comunista a La Moneda, esta vez sin disfraz alguno.