LA MEDIAGUA DEL DIRECTOR

El escándalo del director del SII ha sido el acabose. Que el mismo fulano que acusaba a los “ricos” de negarse al alza de sus contribuciones no haya pagado la suya durante nueve años; que dijera sin escrúpulos que solo pagaría los últimos tres años adeudados ya que la ley no lo obliga a pagar más que eso; que no haya regularizado el palacete de su propiedad ya que, según espetó, si uno se pone a hacer todo legal no lo harían nunca (o algo así) y, que después de este espectáculo aun no renuncie, no es más que una nueva y vergonzante muestra de lo que ya sabemos, las castas privilegiadas son un nido de corrupción, aprovechamiento e hipocresía.

 

Ya lo saben estimados lectores, no es necesario que regularicen nada, vivan y trabajen en negro, ya que el mismísimo director del SII lo hace de esa manera.

 

Marcel, el novio del año y jefe de este pelafustán, aun no lo despide. El Merluzo, jefe de Marcel, aun no lo obliga a hacerlo. El pelafustán asegura que pagó los nueve años de contribuciones adeudadas (media cuestión poh), tal vez suponiendo que con eso queda libre de polvo y paja. Y nosotros, el pueblo, pagando lo que haya que pagar o a aguantar la del burro si no lo hacemos.

 

El Estado necesita más y más dinero de los jiles, parte del cual es destinado a financiar la corruptela de las castas privilegiadas que, como dice el subtitulo de este Blog, viven de los tontos que trabajan para ellos.