EL FIN DE LAS ISAPRES.

“De uva en uva, un chincol se comió una viña”. Así va caminando la Nueva Alcantarilla hacia el paraíso terrenal. De a poco, sin que se note mucho, evitando que una mayoría circunstancial se oponga. En el fondo, nos van cagando de uno en uno teniendo muy claro que la gente solo alega si se ve directamente perjudicada; si cagan a otro le da lo mismo.

En la educación han comenzado prohibiendo el famoso lucro que la gallada asocia con que otro gana plata. Todo bien (cagaron a otro). Ya se dan cuanta que no podrán elegir colegios. Todo más o menos. Luego el Estado mandará a sus hijos a la escuela pública que le dé la gana. Todo mal, pero demasiado tarde para reclamar. ¿No querían igual y gratuidad?. ¡Toma!, ahí la tienen.

La comisión constituida con el fin de “regular” a las Isapres y entregarnos (gratis, por supuesto) una salud del primer mundo (ustedes vean si les gusta más la de Francia, Holanda o Finlandia, si total en el pedir no hay engaño), está llegando a la única conclusión que puede llegar ya que para eso se constituyó. El 7% de todo el mundo irá a Fonasa. ¿Cómo la ven?. ¿No querían una salud pública, gratuita y de calidad?. ¿No querían igualdad?. ¿No les gusta quejarse de todo y dárselas de Padre Hurtado en las conversaciones de sobremesa (que son gratis, obvio)?. Pues ahí tienen su igualdad.

Por mientras (la primera uva del chincol) nos cuentan que de todas maneras nos atenderemos en una clínica a todo cachete y con un doctor rubio de apellido alemán. Ya verán que a este paso los va a atender un doctor ecuatoriano titulado en la escuela de la vida, quien luego de cinco horas de espera les recetará un tapsin noche para combatir el cáncer. Lo bueno de todo esto es que seremos iguales y en Chile por fin habrá justicia. El mismo “facultativo” atenderá a Errazuriz y Calfuqueo. ¿No es eso lo que piden los derechistas piadosos marcados a fuego por el cura jesuita de turno?.

Los marxistas de la Nueva Alcantarilla aseguran saber mejor que nosotros mismos qué nos conviene. Personajes como Benito Baranda nos quiere a todos viviendo en una población en La Pintana. Todos viviendo en el mismo tipo de casa; todos atendidos por el mismo carnicero ecuatoriano; todos los niños adoctrinados por el mismo profesor egresado del piedragogico. Todos iguales. Así nadie se siente menos que el otro, nadie reclama ya que nadie envidia y es más fácil para el Estado mantenernos aguachados bajo su ala hedionda y protectora. ¿No quieren igualdad?. ¡Ahí la tienen!.

¡Aaahhhhhh!. ¿Que no era ese el tipo de igualdad que querían?. ¿O sea que en el fondo solo son unos oportunistas que pretenden algo gratis financiado por “otro”?. No mijitos lindos, la igualdad es una sola, se llama socialismo, y ahí la tienen: http://www.elmostrador.cl/negocios/2014/06/09/la-polemica-propuesta-de-la-directora-de-fonasa-que-saca-de-la-cancha-a-las-isapres/