INCENDIOS PUBLICOS, GRATUITOS Y DE CALIDAD.

Los choferes del Transantiago convocaron a un paro para el próximo lunes. Quieren evitar el vandalismo de los delincuentes de siempre, hoy escudados tras una pelota de futbol y una camiseta roja de 40 lucas fabricada por un esclavo en Bangladesh que vela por los derechos del populacho bárbaro nacional. El presidente del sindicato de choferes asegura que sus miembros "sienten miedo" de trabajar en días de partidos importantes.

A me gustaría saber cuántos de estos conductores apoyaron la revolución comunista estudiantil que arrasó Chile durante más de un año. ¿Eso no les daba miedo?. ¿O pensaban que esos desmanes, incendios, tomas, saqueos y expropiaciones valían la pena ya que algo les caería a ellos?. ¿Cuántos de estos amables conductores apoyan la “causa mapuche y sus asesinatos al voleo?. ¿Hay choferes Calfuqueo, Colil, Cayuqueo y Pichún?.

Como siempre, la cultura nacional justifica o critica dependiendo del negocio que vea detrás. Es bueno subir impuestos ya que lo pagan los ricos (creen ellos); es bueno el lucro propio pero no el ajeno (uno me conviene y el otro no); son buenas las amenazas siempre que amenacen a otro y no a ellos. Todo depende.

Lo mismo opinan los machucaos que rompen micros si Chile gana, pierde o empata. Todo sea por la patria, la camiseta y la figuración mundial. ¡Es un orgullo salir en la tele!.

El energúmeno detenido en Brasil que, poniendo las cosas en su lugar, aseguraba que “solo” habían destruido dos puertas y no sé qué cosa más en el estadio debido al valor de las entradas, también considera que la destrucción es parte de sus derechos humanos, ciudadanos y peloteros. ¡Solo se vive una vez compañeros!.

Incendiar todo lo que nos rodea en un día de furia, copete y festejo descontrolado, se ha convertido en deporte nacional, terapia anti stress y una suerte de evasión de las torturas de la dictadura. ¿Qué la famosa dictadura terminó hace 25 años y los incendiarios nacieron hace 23?. ¿Qué el 90% o más de los torturados son más falsos que billete de tres mil quinientos pesos?. Bueno, esos son detalles que no aminoran el fondo del asunto y la cuestión social. ¿O no?.

El lunes se paraliza Chile. No habrá micros, ni clases, ni trabajo. Los choferes, temerosos de sus pares enfiestados, se refugiarán en sus casas premunidos de un asado de tira, papas mayo y un cartoné Fray León. La gente decente tapiará puertas y ventanas y correrá a refugiarse bajo su cama. Los perros vagos deambularán por una ciudad desierta.

Para que la fiesta sea completa, solo falta que la “marea roja” incendie el Maracaná, ya sea para festejar el triunfo o para sufrir la derrota, mientras el embajador Gazmuri, el diputado Rivas y doña Lorena apoyan la “performance cultural” como un acto de desagravio por los 17 años de  dictadura fascista neoliberal. ¡Viva Chile!. ¡Nos vemos el lunes en Plaza Italia!.