AL AGUAITE.

El vocero Díaz, el mismo que dijo lo que dijo sobre el computador formateado y cuando los pillaron se desdijo, asegura que el gobierno y la reina comandante comparten los dichos de Eyzaguirre, el comunacho que apoya el fondo y la forma de la revolución comunista, pero ante la evidencia de que la forma no le gustó a la galucha, están buscando otra forma para hacer lo mismo.

Como pueden ver mis estimados amigos pinocheteros y mis estimados amigotes humanoides, las declaraciones de Eyzaguirre no fueron bajo la influencia del alcohol, para eso tendría que ser presidenta. Fueron parte de un diseño comunicacional diseñado para subir en las encuestas y así poder seguir implementando el plan inicial. A este tipo de manipulación se le llama coloquialmente “adminiculo en el ojo”.

Ante la evidencia de que las cartas económicas están echadas y desde ahora en adelante todo solo puede empeorar, nuestro benemérito gobierno está intentando salvar su hidalga rajuela a como dé lugar. Desde el caso Caval ya no sirven los juicios ideológicamente falsos ni las promesas de igualdad, y desde que la gallá se enteró que la reforma tributaria no la pagará el compañero Andrónico, sino ellos mismos, tampoco sirven los juicios por la causal de secuestro permanente, ni los juicios por la causal “haber estado ahí”, menos aún los juicios por la causal “no pudo más que haber sabido”. En fin, el gobierno está buscando nuevas modalidades para timar al populacho bárbaro, quienes como sabemos, siempre están buscando ídolos de barro a quienes prestar el ojo para que los timadores les inserten el adminiculo. La gallá goza como loca con este tipo de cosas.

Mientras el gobierno de la Claudia se descompone a pleno sol, las alimañas salen de sus guaridas para repartirse los restos del cadáver. Hienas, lobos y aves de rapiña observan la agonía. Uno que hace rato huele sangre real es Ricardo I “el supuesto estadista”, quien no conforme con escabullirse a la guarida real mientras su moradora andaba paseando por tierras lejanas y pontificar desde ahí mismo, ahora pide respeto por Bachelet –el mismo que él no tuvo-, y expresa preocupación por el clima de crispación que él ha colaborado a crear desde que comenzó a renegar de la constitución que lleva su firma.