NO ME TINCA.

Tengo una tincada, voy a extrañar a la Tohá. Este Alessandri me tinca que va a tratar de figurar, y para eso tendrá que hacer estupideces de todo tipo. Solo basta escucharlo decir que aprenderá de Carter y Ossandón, dos populistas de tomo y lomo.

Me lo imagino fiscalizando todo para proteger al pueblo de sí mismo ¡No fume!, ¡no tome!, ¡no cruce la calle que lo pueden atropellar!, ¡no respire en día de preemergencia que se puede ahogar!, ¡tome yogurt que es sano, los repartiremos en Plaza de Armas!, ¡lo que está aquí lo correremos para allá, y lo de allá lo traeremos para acá! En fin, tal vez sea un tipo Lavín. Yo no confío en este gallo.

La Tohá fue intrascendente y, por lo tanto, no fue tan mala alcaldesa para lo que podría haber sido, tomando en cuenta que era imposible que fuera buena. El Alcalde debe ser como el árbitro del partido, no se debe notar ya que cuando se nota es por un problema ¿Por qué no se dedican a sacar la basura, barrer las calles y dejar vivir a la gente?

El único Alcalde decente que ha tenido la comuna de Santiago “desde el retorno a la democracia”, ha sido Jaime Ravinet, el resto fue pura basura, desde el populista de Lavín, pasando por el administrativo Alcaíno y la loca de la Tohá.

Ravinet creó el subsidio de renovación urbana, sacó el comercio ambulante, logró que el Metro pasara por Plaza de Armas en lugar del borde del rio Mapocho, remodeló los paseos Ahumada y Huérfanos, construyó el de calle Estado y se opuso a la tarificación vial que perjudicaría enormemente a la comuna.

El resto valieron callampa, y creo que el que viene engrosará la lista. Espero equivocarme, con gusto me disculparé con él en cuatro años más, aunque no lo creo.