CÁLCULO CASI EXACTO.

Al gobierno de la Nueva Mediocridad no le importa nada ni nadie. Cualquier costo es tolerable mientras el programa, esa amalgama de tonteras caída del cielo y escrita en piedra, se lleve a cabo. Demás está decir una obviedad, la gente que rige este lupanar con vista al mar es inepta del todo, incluida la Comandante Claudia.

Los funcionarios públicos sobre pagados del Ministerio de Hacienda, se calentaron la cabeza (no digo el cerebro, digo la cabeza) intentando averiguar cómo afectará al empleo la súper reforma previsional. La conclusión fue que se perderán entre 2.000 y 394 mil empleos (en esta parte es donde uno va a otro diario para verificar si no se trata de un problema de redacción, pero no lo es).

¡Si, estimados compañeros, camaradas y combatientes!, entre 2.000 y 394.000. Tal vez algún jefe de esos que están ahí porque están ahí, le dijo a alguno de los numerosísimos subalternos que están ahí porque están ahí que colocara un número aproximado, y el fulano, en lugar de colocar entre 20.000 y 200.000, prefirió no arriesgarse a cometer un error y colocó lo que ya sabemos. También podría haber puesto entre 1.500 y 427.000, pero por algún motivo eligió estas cifras.

Esto me recordó al cabro chico cada vez que le dice a su mamá que la quiere hasta la luna y el sol cien veces. Yo intento calcular cuando es pero me di por vencido hace tiempo.

A la Claudia le preguntaron su opinión sobre el tema, y esta vez, en contra de todo lo que podríamos suponer, no se enteró por la prensa, solo porque aún no leía los diarios. Probablemente luego de tomar once con tecito y pan con palta con su comadre Estela Ortiz, tenga tiempo de ponerse al día con la noticia.

Acto seguido, y ante la incredulidad de cualquier ser humano racional, doña Claudia aseguró que el próximo gobierno será el encargado de implementar una reforma previsional “más contundente”. Me imagino que con “contundente” se refiere a una que destruya entre 324 y 982.512 empleos (cifras aproximadas, por supuesto), y una disminución en los salarios de entre un 10 y un 30% (aproximadamente también). Así, seremos un país distinto, igualitario y solidario, en que para logran una “vejez digna” tendremos que tener una vida de mierda. Todo sea por cumplir el programa.

De todas formas podemos estar tranquilos, doña Claudia aseguró que “no creo que sea tan alto”, es decir, tuvo una tincada, y ya sabemos cómo son esas tincadas. Una de ellas fue que el Transantiago no funcionaría y lo echó a andar igual y la otra que pasará a la historia fue que no creía que habría tsunami y continuó mascando chicle.

Por último, los sueldos, se supone, caerán en un 3,3%, por lo tanto partan de la base de un 5% hacia arriba, independientemente de las tincadas de Bachelet. A este paso llegaremos al desarrollo antes de lo previsto, tal vez entre 150 y 1.500 años, según cálculos recientes. Les apuesto a que yo tampoco me equivoco, y si me equivoco no tendrán donde ir a sacármelo en cara ¡Ja!