LOS CUADERNOS DEL CONDUCTOR.

Lo correcto sería que la Comandante Claudia redacte una nueva carta, como la de apoyo a Lula, esta vez en apoyo a su comadre Cristina, viuda de Kirchner. No es posible que un bellaco chofer contrarrevolucionario anote leseras en un cuaderno, eso debería estar prohibido por ley en nombre de la paz social.

Dicen que los secuaces de la parejita repartían bolsas y maletines repletos de dólares provenientes del trabajo duro y dedicado. En las guaridas, Néstor esperaba la recaudación del día. Todo un empresario el hombre.

Por supuesto, y tal como en el caso brasileño, ni un solo dólar “k” llegó a Chile, ni a campañas políticas, ni al escuálido bolsillo rojo de algún distinguido miembro del progresismo criollo ¿Alguna duda? Pues envíen a la fiscal Chong a averiguar, y que el Fiscal Abbott la acompañe y lo certifique. Les apuesto a que concuerdan conmigo. En Chile no pasan esas cosas, como se les ocurre.

Encuentro súper ordinario esto de deambular por Buenos Aires con bolsas de nylon repletas de billetes. Como diría la Lita, “¡tan clase media oye”! Pinochet contaba con mucho mas mundo, él ahorraba en lingotes de oro en el HSBC de Hong Kong, como supongo nos recordará algún zurdo para empatar la imaginación con la realidad.

De todas formas no os preocupéis compañeros, en poco tiempo nadie recordará esta amarga situación, por dos razones. Una de ellas es que el populacho bárbaro de aquí y de allá siempre supondrá, con ingenua esperanza, que algo del botín será repartido. Y en segundo lugar, porque nuestra cultura católica considera el robo y la mentira como pecados veniales, digamos pecaditos menores que no merecen más que una reprimenda al pasar.

Por eso volvemos a elegir una y otra vez a esta gentuza, porque después de todo lo que hacen no es tan malo, porque en realidad todos lo hacen, y porque, se supone, le roban a “otros” para darnos a nosotros, o al menos eso esperamos con las manos abiertas.