COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN.

Sigue la juerga. Mientras la horda vociferaba en las tribunas al más puro estilo Garra Blanca, los señores políticos se esmeraban en aprobar escaños reservados para independientes que no serán independientes, mujeres que serán feminazis y mestizos con Iphone que se arrogan ser descendientes directos de Caupolicán. Todos los presentes se miraban de reojo. Extrañe privilegios para homosexuales y travestis. Tampoco les dieron cabida a animales exóticos en peligro de extinción y demás extrañezas de la naturaleza. Unos son más iguales que otros.

El parlamento es una fiesta. Boric “dentró” a mujeres por debajo de los torniquetes, como si fueran pasajeros del Transantiago. No divisé tetas al aire, aunque el clima veraniego llamaba a tan magno evento. Afortunadamente nos salvaron de la impresión y los tiritones, el grupo de mujeres indignadas no se caracteriza por sus dotes anatómicas. Cada vez que estas mujeres se desnudan en las calles y barricadas, una sensación de indefensión me recorre el cuerpo.

El objetivo de los señores políticos es ampliar la oferta. “Le tenemos de todo casera”, y se puede elegir. Llegar y llevar. Sacar a luca.

Tendremos una nueva constitución con perspectiva de género. Se redactará especialmente para ellas y elles, no tanto para ellos. En los colegios se enseñará ingles en mapudungún, una genial idea difícil de implementar, algo parecido a lo que fue el Transantiago en sus inicios. Los independientes de la Mesa de Unidad Social buscan acceso libre al poder, mientras las barras bravas ponen la música.

Hay quienes acusan a la actual constitución de tener un problema de origen. Pues la que nos estamos embutiendo tendrá un problema de origen aún mayor. Será hija de un golpe de estado, de una negociación forzada mientras Chile ardía por los cuatro costados, no se respetarán los acuerdos firmados ante presión y, se redactará, con seguridad, con hordas de terroristas, incendiarios y flaites entregados al pillaje. Y todo esto enmarcado con el apoyo de los parlamentarios, trasformados en la barra brava de la barra brava.

Éramos un país en estado de semi barbarie, hasta que logramos rozar la perfección. Ya nos deshicimos del semi e ingresamos a la barbarie en pleno, mientras cada vez conozco a más gente interesada en deshacerse de Chile de una vez por todas. Y yo ahora estoy que me decido por la zona norte de Carolina del Norte, lo revisé por Google Earth y me encantó. Dicen que por esos lados los incendios están prohibidos, los ladrones van a parar a la cárcel, nadie sabe que es una barricada y las constituciones se modifican en el congreso y sin fiestas en las tribunas. Es algo así como un lugar normal.