CONTANDO LAS CHAUCHAS.

Los señores políticos, en su afán por agradar al populacho bárbaro y mantenerse en el poder, mantuvieron las cotizaciones previsionales intactas durante los últimos 30 años, en el mismo 10% del ingreso con que fue creado el sistema hace 40 años, a pesar del conocido aumento en la expectativa de vida de los cotizantes.

Y claro, como todo lo que se hace a última hora, se hace mal, plantearon aumentar la cotización en un 4%, luego en un 5%. Ya van en el 6%, y a cuenta del empleador, el mismo que hoy paga un sueldo por 45 horas trabajadas y en el futuro próximo lo deberá pagar por 40 horas trabajadas.

Y eso no es todo, ese porcentaje de cotizaciones que originalmente iría a la cuenta del trabajador y luego sería “miti y mota”, al parecer se destinará totalmente a reparto, un reparto que repartirán los señores políticos dependiendo del calor (fogatas) del momento.

¿Qué significa esto?

Significa que los pensionados de hoy, que votan por los políticos de hoy, recibirán el dinero de los pensionados del futuro, que votarán por los políticos del futuro, que por supuesto serán otros políticos.

Con un 60% de aumento en la cotización, los pensionados del futuro recibirían una pensión un 60% más alta, si ese dinero fuera íntegramente a su cuenta individual. Como esto no será así, la demografía no nos acompaña y la horda de inmigrantes pobres será en el futuro una horda de chilenos pobres que no podrá pensionarse “dignamente”, viviéremos constantemente haciendo magia de la mala.

Es simple, “solucionarán” el aquí y el ahora, porque la fiesta debe continuar.