SANTIAGO, CIUDAD BELLA.

Oye Sebastián, sácate una foto con Kramer y la Laferte. Existen dos posibilidades, o se desprestigian ellos o tú subes un par de puntos en las encuestas. De todas maneras no pierdes nada, en el peor de los casos bajas del 6% al 4% de aprobación, y con un poco de suerte le puedes dar lástima a alguien. Que le hace el agua al pescado. El problema será convencerlos a ellos ya que no tienen nada que ganar.

También puedes probar la estrategia del príncipe Harry, otro caído en desgracia por las malas juntas. El duque de Sussex pide que solo lo llamen Harry, a secas. El problema fue que la reina no lo acepta, la gente no le cree y la farándula ya se cabreará de él. Es mal negocio buscar la aprobación generalizada. Unos pierden el título, otros el gobierno, y tú además la dignidad. Supongo que te debe importar. Me refiero a lo de gobierno.

Si nada de esto resulta -y supongo que no resultará-, cómprate una capucha y un encendedor y te unes a la “Primera Línea”. Ahí encontrarás a varios de los “nobles, grandes y hermosos” que alababas durante tu primera regencia. Alimentaste al cocodrilo, ahora te comen la mano y es cosa de tiempo para que sigan con todo el resto.

Quienes deben estar muertos de la risa son los cien generales de Carabineros que diste de baja junto a tu amigote el barbón, que dicho sea de paso, se fue a tiempo antes de que lo echaras. Ahora disfrutan de su pensión más que digna en alguna playita de la zona central, mientras esperan a que llegue marzo y el show televisado 24/7. Les hiciste un favor.

Oye Sebastián, me cuentan que están pintando los edificios que tus amigos terroristas destruyeron en la Alameda ¿Tu elegiste el color? También están plantando orejas de oso en Plaza Italia. Diles a los jardineros haitianos que coloquen un par de letreros que digan “no pisar el pasto” en cinco idiomas distintos, peruano, colombiano, venezolano, mapuche y chileno, y bien grandes, por si alguno de estos cabros es corto de vista. Por lo que entiendo, en la universidad les ensañan a leer. Ofrécele también unos cardenales –rojos de preferencia- con macetero incluido, a las veteranas de las torres San Borja para que los coloquen en el balcón. Se verán súper lindos entre la nube de humo.

Lo que les quedó muy lindo fue la cerca de alambre de púas alrededor del monumento a Arturo Prat y compañía. De solo pensar que de cabro chico desfilábamos por ahí todos los 21 de mayo y ver cómo está todo ahora me da pena. Si te falta material puedes entrar a internet, ahí los precios son más convenientes. Tal vez en Sodimac estén ofertando tres rollos al precio de dos y aprovechas a alambrar estatuas, monumentos y lo que veas por ahí. Y desde luego, que también coloquen un letrero en cinco idiomas: “no traspasar el alambre de púas”. En este caso no solo para que lo lean y cumplan con lo solicitado, además pueden cortarse y te pueden acusar a ti, a Blumel y al maestro chasquilla que contrataron para instalar la alambrada de atentar en contra de los derechos humanos. Tienes que asegurarte, tus amigos no son de confianza.