VIRUS ABC1.

La política es una porquería. Por ejemplo, en España, el gobierno marxista de Sánchez e Iglesias instaba a todas las mujeres a asistir a la marcha del pasado domingo, al mismo tiempo que pretenden jugar la Liga Santander a puertas cerradas, si es que no la suspenden definitivamente. Ya tenemos un coronavirus feminista, una enfermedad con perspectiva de género.

En Chile, cuando ya han pasado semanas desde el inevitable aterrizaje de la enfermedad en Barbarilandia, el Ministro de Salud dejará en cuarentena a todos los pasajeros que lleguen desde Italia y España (¿será un atentado en contra de algún derecho humano)? Justo ahora, cuando todos quienes estaban de vacaciones en Europa ya regresaron. Un poquitín tarde.

A este paso ya sabemos que sucederá, que seguramente tendremos un lio tremendo en un par de semanas. Colegios y Universidades serán cerrados una vez que esté medio mundo enfermo, siendo que da lo mismo estudiar o no, prueba de ello es que el año pasado no se estudió mucho que digamos -más incultos no pueden estar-, aunque fue por algo importante, la revolución comunista, no por detalles, como una posible epidemia justo ahora que estamos ingresando a abril. Métanse al Metro en unos quince días a mas a las ocho de la mañana o las seis de la tarde, con un par de gallos respirándole en la oreja y más allá. El ministro aún no se entera.

Ahora bien, con lo arribistas que son los chilenos, ya se habrán dado cuanta que el Coronavirus es una enfermedad ABC1. Todos los infectados veraneaban en Italia, España y el sud este asiático, sueño de todo millennial que se sienta importante. El colegio donde se detectó el primer brote de la enfermedad queda en Vitacura ¿Quiere estar “inn”, como decía Gonzalito Cáceres?, pues vaya a comprar al Portal la Dehesa, ahí seguro se enferma. Si pretende mantener su salud intacta, compre en Estación Central, pero no vaya en Metro en hora punta, y no le cuente a nadie.

Cualquiera que pretenda pertenecer a la GCU, debe contagiarse de aquí a dos semanas más, luego de eso la enfermedad será masiva, y por lo tanto toda una desgracia.

Yo espero no enfermarme, que no se enferme nadie de mi familia, ni los amigos del Blog, aunque nos traten de rotos ¡Qué horror, lindo, como tan sano!