EL DÍA DE LA VACUNA.

Aparecieron los gurúes. La horda de sabiondos televisivos que ven el futuro, anuncian como siempre, lo que vendrá después del virus. Ya lo saben, eso de “un antes y un después” de cualquier cosa, que tanto gusta a la gente, y tanto explotan los charlatanes con tal de salir en la tele. Expertos escribidores de papers en busca de sus cinco minutos de fama. Desde la enésima caída del capitalismo hasta el fin de la globalización. Desde la muerte de medio mundo hasta no sé qué cosa. Desde el fin de la democracia liberal hasta el advenimiento de dictaduras (comunistas, por cierto). En fin. No faltarán las sectas que se suiciden en masa y los creyentes que esperen la segunda venida del señor, vestidos con trajes blancos, guantes de látex y mascarilla.

Yo, el único gurú con licencia para ver el futuro, certificada por el Ministerio de las Videncias y Rubros Afines, les diré lo que sucederá luego del virus. Siéntense y preparase para la verdad revelada.

No va a pasar nada (salvo que quiebre la banca). Y no va a pasar nada porque la gente está esperando que todo esto pase para continuar haciendo lo mismo que hacía antes del virus. De hecho, hoy lo continúan haciendo si puede. Vean las calles repletas de “chilenitos vivos” que sacan permisos por internet para salir a dar una vuelta. Probablemente tendremos una vacuna en tiempo record, tal vez antes de fin de año. Científicos de la Universidad de Pittsburg ya desarrollaron una que es efectiva en ratones y aseguran que lo será en seres humanos. Supongo que su fe en la efectividad de la vacuna es fácil predecir, debido a que la mayoría de la gente se comporta como rata regularmente.

Los “chilenitos vivos” que no pretenden pagar sus obligaciones, quedarán desprestigiados y serán castigados por el mercado. Quienes sean habilosos sacarán buen partido de alguna ganga o al menos pasarán “piola”, con perdida moderadas esta época de desgracias (esperemos). La economía se repondrá. Los países desarrollados continuarán siéndolo y los “shithole” seguirán hundidos en la mierda, pero a más profundidad.

Aquí solo habrá un antes y un después (para los que vivamos para contarlo); el día que se desarrolle la vacuna definitiva. El resto es cuento… chino.