¿HASTA CUANDO?

Una vez más habrá que decirlo, todo este show no tiene sentido. Supongamos que los contagios disminuyen, supongamos también que comienza una temerosa disminución de las cuarentenas y, supongamos que algunos comercios comienzan a funcionar. A esas alturas ya llevaremos al menos unos cinco meses de encierro y la ruina será colosal ¡Chile cambió! Todo perfecto.

El ministro de educación dispondrá que los alumnos regresen al colegio, no sea cosa que dejen de aprender alguna de las trascendentes materias que les enseñan los operadores políticos del colegio de profesores.

Y justo en ese momento, los contagios en este país en estado de semi barbarie donde nadie respeta nada, comienzan aumentar nuevamente ¿Todos pa’entro otra vez? Porque eso es precisamente lo que hará nuestro temeroso gobierno ante las solicitudes de políticos opositores, sindicatos de empleados públicos y alcaldes de matinales. No tiene sentido ¿Qué bonos y que prestamos “para quienes más lo necesitan” inventarán a esas alturas del partido? ¿Les pedirán más paciencia a pequeños empresarios en aras de un futuro esplendor sin fecha de advenimiento, y en pleno camino hacia una asamblea constituyente? Imposible, eso no va a suceder. Cientos de miles de Pymes cerrarán para nunca más volver a levantar la cortina.  

Lamentablemente tenemos una “clase” política paupérrima, minúscula, ignorante, corrupta y temerosa, y un electorado en busca de dinero fácil, dispuesto a cacerolear y apoyar el pillaje hasta conseguirlo. Ni el gobierno, ni la oposición plantearán el regreso al trabajo en forma seria y definitiva, ni la gente exigirá regresar a la normalidad. Probablemente sobreviviremos de salto en salto, mientras se pueda, mientras el agua no termine de llegar al río, mientras esperamos que esta vez, por fin, nuestra improvisación triunfe de manera definitiva. Estamos pedidos.