ENREDO DE CABLES.

Revuelo ha causado la compra de CGE por parte de una empresa eléctrica del estado chino que ya tiene presencia en el país. No se escucha a los izquierdistas vomitar invectivas en contra de estos “capitalistas” que se adueñan de “empresas estratégicas” que debieran ser de propiedad de “todos los chilenos” ¿Expropiarán a los compañeros chinos? Je…je…je… Eso lo quiero ver.

 

Algunos políticos, pocos, hacen ademan de indignación, preocupación y cautela. La mayoría calla. No les creo. O mejor dicho, ya veremos en los próximos días si les creemos o no. Fíjense, estimados amigos pinocheteros y rojos infiltrados, que por esas casualidades de la vida loca, justo ahora, justito, se tramita en el Congreso de Barbarilandia una reforma legal que permite la integración vertical en el sector eléctrico. Esto significa que una empresa puede ser propietaria de la generación, transmisión y distribución de un servicio con precios regulados por el estado, es decir, por la misma gente que permitirá esta compra, legislará especialmente para que sea posible y callará para siempre.

 

Lo que antes se consideraba perjudicial para la competencia y el consumidor (la integración vertical eléctrica), por lo que se legisló para prohibirla, ahora es bueno. Todo depende de que intereses estén en juego ¿Justo ahora  pretenden modificar la legislación? Bueno, son cosas que pasan. No piensen mal de nuestros nunca bien amados honorables representantes del pueblo.

 

Los chinos preparan un monopolio eléctrico en Chile y, sus amigotes, los señores políticos, decidirán cuánto dinero ganarán. Me huele a negocio redondo para los de siempre. Me huele a dinerillo depositado a nombre de un testaferro en alguna isla de por ahí llena de palmeras.

 

No digo que hasta ahora no haya negociados ente los políticos y las empresas españolas e italianas que manejan el negocio, pero claro, ahora será “con tutti”. Afírmense cabritos.