SALVAJISMO

Está la escoba en Brasil. Bolsonaro ya no cuenta ni siquiera con el apoyo de las Fuerzas Armadas, cuyos comandantes en jefe renunciaron o fueron despedidos en masa. No sé qué lío tiene el descontrolado Bolsonaro, aunque creo que el tipo se hundió solo y su demencial tratamiento de la pandemia de Covid fue la gota que rebalsó el vaso. “La gripecita” le pasó la cuenta.

 

En el país de Ronaldo, el fenómeno, el mejor delantero de todos los tiempos, y de no haber sido por sus desgraciadas lesiones y su tendencia a la fiesta, el mejor futbolista de la historia (según yo), llevan varios días con más de 3.000 muertos por Covid. Ayer fueron 3.780, en un país de 210 millones de habitantes, lo que equivaldría a mas de 320 muertos diarios en Chile si consideramos unos 18 millones de habitantes, entre chilenos y turistas.

 

La verdad es que Bolsonaro fue efectivo para terminar con la corruptela de la banda de Lula y los suyos, pero no puede estar a cargo de un país alguien que no es capaz de reconocer la evidencia, sus errores, y enmendar el rumbo, aunque sea tarde.

 

Opino que Bolsonaro ha actuado en forma salvaje, que pasará a la historia como un criminal y, probablemente termine sentado en el banquillo de la Corte Penal Internacional. Razones no faltarán ¿Se imaginan lo que sucedería en Barbarilandia con más de 300 muertos diarios? Yo mismo salgo a la calle a derrocar al presidente de turno, sea este Piñera, Bachelet, JAK, Lavín, Guillé, o quien sea el mangante que el pueblo haya entronizado.

 

El regente de turno no puede tener el poder para decidir cuanta gente inocente es razonable que muera, ni provocar una eutanasia masiva de gente mayor. Cualquier persona decente respeta a sus mayores.

 

El estado y sus administradores, que controlan el sistema de salud y lo financian con impuestos (obligatorios) de todas las personas, no pueden desentenderse de una epidemia como esta y enviar a la gente al matadero sin buscar soluciones racionales que protejan a la población que paga para estos fines. Esto deben hacerlo al mismo tiempo que mantienen la economía funcionando de la mejor manera posible dadas las circunstancias.

 

Bolsonaro ha administrado la pandemia de manera demencial, y lamentablemente desprestigiará a las próximas candidaturas de derecha brasileñas y del resto del continente. Sirvió en un momento, pero hoy es un problema para todos. Qué lástima todo lo que ha sucedido y que desgracia más grande. A veces cuesta entender que alguien no tenga un mínimo de sentido común y un mínimo de consideración con las demás personas. Pero así nomás es.