NOS VEMOS EN NOVIEMBRE

Al parecer se ampliará el abanico de abanderados de la risa. Partamos con los que ya iniciaron la loca a cerrera hacia el sillón de la tortura.

 

Tenemos al mechero Boric, candidato de aspirantes a vivir en un país desarrollado manteniendo las mañas nacionales. Este tipo es el líder de todos estos cabritos de poca presencia, menos enjundia y cartón universitario obtenido a la rápida, que suponen los acredita haber adquirido sabios conocimientos. Son los chacales de los derechos universales, resabio de su vida en la pobla. Se las dan de cosmopolitas sin desechar su menesteroso pasado y costumbres poblacionales de colocar la mano para la moneda que pueda caer. Así como existen los nuevos ricos o aspirantes a serlo, que intentan ser admitidos en el club de polo para sentarse en el comedor y pedir un lomo a lo pobre, una ensalada chilena, y una caja para llevar los restos de la carne al perrito, existen estos nuevos clase media aspiracional, bebedores de café de tres lucas, que no tienen para pagar la deuda universitaria, aunque si para el 4x4 y el viaje iniciático-fornicador a Tailandia. En mi opinión, forman parte de lo peor de lo peor de la sociedad actual.

 

El otro es el Sichel, el trepador niñito del techo. Este representa algo parecido al anterior, pero con público ABC1-C2 o aspirantes a serlo. El tipo es un oportunista que maneja muy bien las leyes del escalador social, a saber: “hay que estar ahí”, “hay que sabe venderse” y similares. Estos tipos suponen que nunca están en el lugar y la situación que realmente aseguran merecer, por lo tanto, se transforman en unos arrimados. Para eso se meten al siniestro techo, al partido político que sea, al club social que pueden y a lo que haga falta. Sirven al amo de turno de la mejor manera y con los mejores modales. Tiene una ambición enfermiza y saben que no poseen las capacidades para lograr por su cuenta, todo lo que anhelan desesperadamente. Creo que los mueve la ambición, la necesidad de reconocimiento, de encajar y la envidia. El motor de esta gente es básicamente el ascenso social.

 

El tercero es Kast. Creo que es buena gente, bien intencionado. Un tipo que sabe dónde está parado y comprende cómo funcionan las cosas allá afuera. Trabajó desde cabro en los restaurantes de la familia, por lo tanto, sabe relacionarse con gente pobre en un ambiente de colaboración, muy contrarias a la relación de Sichel con los pobres (asistencialismo del techo) y la de Boric (utilización política por medio de la incitación al resentimiento). Estas últimas son siniestras y enfermas.

El problema de Kast es su discurso centrado en la familia militar, la familia católica, la familia evangélica, etc…, y consideraciones tan dogmáticas como ser partidario de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, sin diferenciar el aborto (la vida de otro) con la eutanasia (la propia vida). El sentido común que dice tener el candidato choca con sus posturas dogmáticas y a veces casi sectarias, lo que reduce sus posibilidades a una candidatura meramente testimonial. Su reto es abrirse a más gente sin perder su esencia. Tarea para la casa: Separar el partido de la religión; desprenderse de patrioteros, nacionalistas trasnochados, youtubers furiosos y, personajes curiosos como la famosa Tere, aspirante a transformarse en la vieja loca del barrio, que, aunque dice ciertas verdades, se le van las cabras pa´l cerro y nadie la toma en serio.

 

Quedan pendientes los que amenazan con ser candidatos…