ALCALDES EMPRESARIOS

Alcaldes empresarios ingresarán al negocio del gas. Pretenden vender mas barato que Abastible, Lipigas y Gasco; entregar pedidos a domicilio oportunamente y ganar dinero, o al menos no perderlo y ganar elecciones, todo al mismo tiempo ¿Puede subsistir una empresa solamente sin perder dinero? La respuesta es ¡NO!, y la razón es muy sencilla, usted debe rentabilizar el capital o de lo contrario no puede continuar invirtiendo. Esa es la razón por la que el capitalismo funciona y el comunismo no funciona.

 

Es menester explicar algo más. Si todas las empresas fuesen municipales o estatales, amorosas, solidarias y sin fines de lucro, nadie pagaría impuestos; y fíjense estimados fachos pobres, que el gobierno maneja un presupuesto anual de mas de 70.000 millones de dólares destinado a gastar, mal gastar, robar y dilapidar ¿Los señores populistas no querrán invertir en otras empresas benéficas, trasversales, solidarias, y con perspectiva de género, como por ejemplo carnicerías, panaderías, supermercados, empresas telefónicas, sex-shop, o lo que a ustedes se les pueda ocurrir?

 

La reciente experiencia empresarial de estas lumbreras, las afamadas Farmacias Populares de Jadue y sus imitadores, terminó en la quiebra y con el fatuo alcalde comunista querellado por no pagar a los proveedores y vaya a saber usted qué otro tipo de delitos.

 

Mientras dure el ejercicio gasístico, la gallá estará contenta, las guaguas se verán más relucientes, la marraqueta será mas sabrosa y el tecito más calientito ¿así era?... Los siguientes pasos serán fiar el gas; prestar los balones; regalarlo a quien no puede pagar, es decir, a todo el mundo que lo pida, previa visita de la asistente social comunista; la contratación de parentela y compañeros combatientes que se encargarán del boliche y, la posterior quiebra. El cuento es conocido.

 

Recuerdo que en aquellos años de mi tierna infancia, en Viña del Mar, subida Agua Santa bien pasado la gruta, época dorada del desarrollismo, la sustitución de exportaciones y la fijación de precios, en que los servicios públicos eran estatales, la luz se cortaba de vez en cuando sin previo aviso (todas las casas manejaban esos paquetes de vela con envase color “azul paquete de vela”), se cortaba el agua todos los días de todos los veranos (debíamos bañarnos en la noche o muy temprano, y “juntar agua” en baldes y tinas) y una solicitud de teléfono domiciliario demoraba 13 años, según comentaban a los mayores). Y no, no vivía en una población ni fuera del radio urbano, sino en la ciudad en una casa normal.

 

Si las cosas fuesen como algunos quieren y no como son en realidad, yo sería socialista al igual que todos ustedes, el gas sería gratis, este Blog no existiría y nos gobernaría el nieto de Allende, a quien llamaríamos amado padre de toda la tribu y desfilaríamos ante él en su cumpleaños. Pero no es así fíjense ustedes, ¿qué pena, no creen?