TELETÓN 2021

Cuenta doña Tere, santísima guardiana de la Fe verdadera y los símbolos patrios, a la vez que feroz combatiente de herejes y rojos, que al iniciar sus columnas en el pasquín El Mostrador fue advertida sobre la línea editorial del diarucho y los límites aceptables para su feligresía. Hasta la advocación de la santísima Tere tiene sus límites, por lo tanto, solo podía escribir de lo que le diera la gana, menos sobre la Teletón.

 

La Teletón representa la capacidad humana de organizarse al margen del estado. La Teletón representa la libertad, confirma las tesis de Friedman, demuestra la efectividad del capitalismo y nos demuestra una vez más, que el ser humano no es bondadoso, sino que se mueve por intereses, los que bien canalizados dentro de espacios de libertad y una ley justa, mejoran el mundo, entregan bienes y servicios demandados por la sociedad, crean riqueza y benefician a todos. La Teletón es un fantasma que ronda en las mentes de la izquierda, debido a que destruye todos sus argumentos.

 

La izquierda desprecia y pretende estatizar la Teletón por dos razones. Una es ideológica. La segunda es de competencia ¿Qué impide al Estado instalar un ala de rehabilitación en cada uno de sus hospitales públicos? ¡Nada lo impide!

 

El problema para el Estado es entregar un mejor servicio que la Teletón, o al menos igualarlo, y hacerlo al mismo costo. Todos sabemos que sería imposible cumplir cada una de las condiciones necesarias para justificar la iniciativa.

 

De aquí nace una pregunta obvia ¿sería posible que fundaciones o empresas privadas reemplacen de mejor manera a hospitales públicos? (Y colegios y lo que usted quiera) Esa pregunta nadie la hace porque liquida el negocio de quienes controlan el Estado y su dinero. El gran botín.