BLANCAS PALOMAS

Llevo dos días insistiéndole a Gabriel que no puede conversar con la CAM. Le hice ver que en los países civilizados en que prima el estado de derecho y el sentido comun no se conversa con terroristas. Gabriel, por su parte, me insiste en que este país no es civilizado, me pregunta si he pasado por Plaza Dignidad últimamente y que el acto refundacional de su pacto de gobierno (digo se “su pacto” porque yo soy solo un asesor externo a sueldo) consiste en que predomine el estado de izquierdo, por lo tanto, conversar con la CAM es pertinente.

 

Como su planteamiento es indudablemente consistente y coherente, no me quedó más que aceptar la reunión con la CAM, no sin antes aclarar que será bajo su entera responsabilidad, no la mía. En algún momento pensé en decirle que esa reunión se llevaría a cabo solo sobre mi cadáver, aunque preferir omitir el comentario por estar trabajando con el PC y sus sucursales. No sea cosa… Ya saben.

 

Luego de una extensa reunión entre Gabriel, Guillermo, Camila, yo y otros personajes de los que no puedo comentar demasiado ya que no los pude identificar bajo el pasamontaña, he llegado al convencimiento de que la idea de mis empleadores es entregar cupos reservados en el parlamento a la gente de la CAM, disfrazados como un derecho político para pueblos ancestrales, algo similar a lo que obtuvieron las FARC en Colombia a cambio de, en apariencia, no seguir su periplo criminal. Todo en nombre de la justicia social, el reconocimiento de la multiculturalidad, la multiétnia y la multinacionalidad. Esto lo anuncié hace años en este mismo Blog, pero no sé cómo encontrar el escrito. Por ahí estará. Los contactos con la convención deben estar de miedo.

 

Intenté pedir la palabra con la finalidad de oponerme a tan vil acuerdo, pero en ese preciso momento uno de los contertulios con pasamontaña hizo el ademán de introducir su mano a la altura del cinturón, “a la una” exactamente (los pistoleros sabrán a lo que me refiero), por lo que mediante un gesto técnico de última hora me rasqué la nariz para luego continuar con una limpieza de lentes de emergencia. Creo que pasé piola.

 

En fin…, creo que la idea de mis empleadores y sus enviados en comisión de servicio a la convención, consiste en crear una nueva cámara de diputados con cupos reservados para mujeres, indios, negros, probablemente homosexuales y tal vez ciudadanos auto percibidos de alguna rocambolesca manera en cada ocasión. Con esta genial idea romperán la igualdad ante la ley y la vieja máxima de la democracia de un hombre (o lo que sea), un voto. O como nos anunció Orwell, unos serán más iguales que otros.

 

Sobre el Senado, creo que pretenden mantenerlo solo para la foto, despojándolo de atribuciones. Así tendremos en apariencia dos cámaras, como todo país serio, aunque una de ellas servirá solo de adorno, además de resolver problemas alimenticios de camaradas, compañeros, comandantes y combatientes de todo tipo.

 

Así las cosas, nuestra democracia será creada a imagen y semejanza de nuestra idiosincrasia mas profunda, hipócrita, salvaje y totalitaria, diseñada para robar sin que se note y, si se nota mucho, que nadie tenga donde recurrir. Todo, por supuesto, en nombre del pueblo, el bien comun y la igualdad.