SE JUÉ

Doña Karen se arrancó. Al parecer está en Holanda. Tal vez Hugo se ha topado con ella en algún callejón de Ámsterdam. Si doña Karen fuese mas inteligente, buscaría refugio en Cataluña, entre tanto delincuente pasaría piola, la Interpol no busca agujas en pajares ¿Tal vez una asesoría de Puigdemont o Puyol?  https://www.lun.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2022-03-25&EsAviso=0&PaginaId=12&bodyid=0

 

Dicho esto, debo reconocer que considero un doble estándar lo sucedido ¿Qué hizo doña Karen? Pagó una asesoría utilizando 23 millones de pesos de la Corporación de Desarrollo Municipal. Recordemos que tales corporaciones son los botines de cada una de las municipalidades de Barbarilandia. Si eso merece 5 años y 1 día de prisión efectiva, cientos de miles de políticos y sus cómplices debieran estar en la cárcel, algunos cumpliendo condenas de un siglo o más. Doña Karen fue condenada por asopada, por no pedir una glosa distinta en la factura ¿Cuánta plata roban mensualmente en las municipalidades chilenas? ¡Ufff!

 

¿Recuerdan el “caso luminarias”? ¿El caso “farmacias populares”? ¿Ustedes creen por un momento que algún pez gordo pisará un calabozo? ¿Qué sucedió con la denuncia de la tía Evelyn sobre las luminarias de Providencia y los miles de millones robados? Oigan, si algunas municipalidades están en la quiebra luego de sucesivos robos, movidas de todos tipo y contratación de compañeres al por mayor.

 

A mi nunca me ha gustado utilizar chivos expiatorios. No es justicia condenar a una y dejar en la calle a miles. Condenan a doña Karen, y con eso dan a entender que es ella la única ladrona, y en el mismo acto exculpan a todos aquellos que le han colocado ruedas a Barbarilandia. Es de una hipocresía monumental. Ya lo hicieron con Jaime Orpis, el único condenado por cohecho en un país donde el que no corre, vuela.

 

Todo Chile sabe que, por ejemplo, el ahora exdirector del SII fue colocado en su puesto por Bachelet y confirmado por Piñera, por razones de, digamos, “interés nacional” ¿Recuerdan que el SII no se querellaba hasta una vez prescrito los casos “relevantes”? En fin… podría seguir enumerando sinvergüenzuras nacionales hasta las dos de la madrugada y mas allá.

 

Meter dentro de un calabozo a una política de tercer orden por llevarse “solo” 23 palos, y utilizarla como ejemplo de que las “instituciones funcionan”, como nos recordaba semanalmente don Ricardo, el amado por los empresarios chilenos, y especialmente los españoles, me parece de un chilenismo (léase hipocresía) colosal.

 

Seguramente los jueces que condenaron a doña Karen hicieron bien su trabajo, contaban con pruebas y dictaron sentencia. Ok, está bien, pero ¿qué sucede en los demás casos, esos miles de casos que todos conocemos y los miles que nunca conoceremos ya que no existe interés en que así sea? No, esto no puede ser.

 

Encarcelar a doña Karen (si robó debe pagar, obvio), es como encarcelar a la vieja que vende unos pitos en la población, mientras los capos y sus pistoleros se pasean en su auto enchulado vanagloriándose de sus ametralladoras. O encarcelar a un comerciante que no boletea, mientras los verdaderos sinvergüenzas coludidos entre ellos y con los políticos, toman clases de ética.

 

¿Jaime Orpis y doña Karen son los mas malos de Chile? Si, claro… ¡Pero si en Chile casi todos roban!