FRANKENSTITUCIÓN

El circo constitucional ha concluido su primera función. La tía Pikachu, el dinosaurio azul, el depravado Baradit, el oligofrénico Stingo, la sección comunista disfrazada de indígenas, el Bendito Baranda y todos los demás representantes de “la gente como nosotros” entregaron su experimento.

 

Resta que una comisión de ellos mismos “armonice” lo inarmonizable y tendremos, por fin, los pasajes al Chile Que Todos Queremos. Ha nacido una constitución redactada con la sola finalidad de robar y entregar mas poder a los políticos que van a robar ya es una realidad.

 

Si el populacho bárbaro aprueba este atentado contra la civilización, haciendo gala de sus odiosidades, su envidia y su resentimiento contra “los ricos”, además de su menesterosa capacidad de discernimiento y, presumiendo de su falta de cordura, ética y moral, no habrá vuelta atrás. Los hijos de Michimalonco habrán logrado sus propósitos, quemar, destruir y vivir entre las ruinas de lo que pudo haber sido un país normal.

 

He bautizado a nuestra nueva constitución como Frankenstitución, una criatura cosida y pegada a la fuerza, compuesta por trozos inconexos, todos ellos retirados de ideas sin vida, basadas en fanatismos, totalitarismo y peligrosos idealismos trasnochados.

 

Multiculturalismo; indigenismo; animalismo; plurinacionalismo; políticas publicas “anti ricos”; diseños legales pro-robo; pérdida de libertades; concentración de poderes en pocas y desquiciadas manos; desvaríos intelectuales como el “buen vivir” e hipócritas maneras de calmar al populacho bárbaro como el cínico “precio justo”. Usted recorta, pega, y ya tiene el esquivo paraíso terrenal a prueba de esos malditos hechos que angustian al marxismo desde el primer día que la criminal ideología fue parida para joder a este pobre y perro mundo.

 

Solo falta que el populacho bárbaro apruebe la desquiciada barbaridad. Los conozco y los sé dispuestos a aquello, salvo que el miedo sea más fuerte ¿Lo será?