IDEAS, DECLARACIONES Y OTRAS YERBAS

Conocemos a Héctor Llaitul, el no tan joven combatiente es un no-terrorista de sólidos principios democráticos y clara conciencia social. En su última participación ciudadana hizo un llamado a la sublevación armada. El gobierno del Gabriel y la Izkia decidió no querellarse en contra del susodicho. Me parece una decisión consecuente de quienes son como son, siempre lo han sido y llegaron al gobierno por serlo. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2022/05/19/1061450/siches-fiscalia-llaitul-querella.html

 

En aquellas nefastas épocas del payaso sonriente, tampoco hubiese sido posible querellarse, ya que no es posible querellarse en contra de quienes resulten responsables, si el responsable lo declaró públicamente, por lo tanto, es un responsable conocido y reconocido, un problema para cualquier gobierno de derecha que no es de derecha.

 

No hay nada mejor para un gobernante, sea este del signo político que sea, que manifestar públicamente un enérgico “nunca más”; un democrático “llamado al diálogo”; un buenista “condenamos la violencia”, con el consabido agregado de “venga de donde venga” (aunque todos sabemos de donde viene”; o un cínico respeto al estado de derecho asiéndose como naufrago a aquella tabla salvadora llamada querella en contra de nadie.

 

El controlador de Temucuicui, Victor Queipul, aseguró que el estado de excepción (completo o parcial, supongo que le dará lo mismo) representa una declaración de guerra. Otro anuncio de sublevación, supongo, ya que si un país independiente (aunque sea de facto) es atacado por una potencia extranjera, tiene derecho a defenderse del invasor ¿Intentarán Gabriel y la Izkia una operación militar especial al estilo Putin? Me pregunto esto ya que una operación militar especial no es técnicamente una invasión, y como de eufemismos los chilenos sabemos mas de la cuenta, no sería raro que se intentara aplicar una versión edulcorada de la operación, siempre y cuando se respeten irrestrictamente los derechos humanos de quienes no respetan los derechos humanos de los demas, es decir, con los militares arrancando al primer tiro al aire de los aborígenes. Yo lo llamaría operación de paz y diálogo intercultural con uso de fuerza proporcional y perspectiva étnica. Suena mejor, mas chileno.

 

De todos modos, debemos reconocer un avance en el desarrollo del “conflicto mapuche”, las impresentables querellas en contra de nadie dieron paso a las tambien impresentables no-querellas en contra de nadie que debe resolver una Fiscalía supuestamente atada de manos que no esta dispuesta a desatárselas. Es decir, la clara incompetencia del gobierno entrega la competencia a una incompetente Fiscalía, mientras Llaitul, Queipul y quien lo desee, pueden continuar instando a una lucha armada que al parecer no pasa de ser una amable y reivindicadora bravuconada que al parecer no constituye delito y está fuera de la competencia de todos los competentes-incompetentes. Digamos que Llaitul y Queipul combaten en una tercera dimensión conocida-desconocida fuera del alcance de la ley y la comprensión humana.

 

 

En fin… La última novedad del año para los regalones ha sido la “idea fuerza” que espetó Gabriel respecto de las declaraciones de Llaitul: “Nuestro Gobierno no persigue ideas ni declaraciones”. Está bien saberlo, por si algún día se me ocurre llamar a una resistencia armada, esta vez para mantener vigente el “modelo heredado de la dictadura”. Desde ya manifiesto mi idea y mi declaración: Propongo erigir una estatua del presidente Pinochet en Plaza Italia y “organizar una resistencia armada” para defenderla de los mas que posibles atentados de los orcos incendiarios. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2022/05/19/1061470/presidente-boric-querella-llaitul.html

 

Me gusta esto de la libertad de expresión.