EL CONTROL TOTAL

El populacho bárbaro, siempre innovador, lo apoyará, estoy segurísimo de que lo hará. Aplaudirán a rabiar la implementación de las monedas digitales estatales, tal como un fantasioso aborigen cambiaría una bolsa oro por un espejo o un litro de aguardiente. Una desgracia esa maldita imbecilidad y esa falta de personalidad que lleva a tantísima gente a tratar de estar con las modas ¡Quieren aparecer en la foto!

 

Los principales gobiernos mundiales están dedicados a implementar sus propias monedas digitales (euros, dólares, libras, yenes, etc…), al mismo tiempo que prohíben o regulan las monedas digitales privadas como Bitcoin y Ethereum, hasta quitarles su esencia (su descentralización que las deja fuera del alcance de los señores políticos), mientras esperan la quiebra de las demás monedas digitales que han aparecido como callampas después de una lluvia.  

 

A pesar de no comprender la tecnología que hay detrás de este invento (ese es otro tema), a mí me parece que “los bitcoins” son una estafa, y no cumplen con los beneficios que sus promotores les otorgan. Evidentemente no protegen contra la inflación, ya que la variación del precio de estos bitcoins es mayor a la variación de la inflación en países normales; y no sirven como moneda de cambio por la misma razón. Además, se transan en dólares, es decir, no son “un sistema independiente”. Eso es al menos lo que yo opino al respecto.

 

Sin embargo, los estados se han interesado en utilizar esta tecnología que les permitirá el control total de las personas. Y el populacho bárbaro lo apoyará por una razón fundamental, les dirán que servirá para evitar la evasión de impuestos y, por lo tanto, para quitarle dinero a los ricos y entregárselo a ellos. Este argumento no falla, aunque no sea cierto.

 

Las monedas digitales estatales, la inflación producida por el estado y las pensiones entregadas por el estado, transformarán al populacho bárbaro y no solo a ellos (tal vez a todos nosotros) en esclavos de un gran hermano controlador. Una forma de comunismo solapado impuesto no por las armas, sino por la burocracia, y contando con la aprobación de los imbéciles de siempre.

 

Este tema da para muuuuucho más, recién comienza, y será el más importante de todos dentro de muy poco tiempo.