LIBERTAD vs TOTALITARISMO

"Alfabetización en sexualidad", es el eufemismo que utiliza el ministro de educación marxista y globalista, Marco Antonio Ávila, para incluir solapadamente la ideología de género en los colegios: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2023/02/21/1087349/ministerio-educacion-proyecto-sexualidad-criticas.html

Más información en El Mercurio, domingo 19 de febrero, páginas D4 y D5. No pude ponerlo aquí.

 

En general lo lograrán, sin duda. Algunos padres, la mayoría en realidad, no tienen la menor idea de lo que sucede en los colegios de sus hijos, ni les interesa averiguarlo, tal vez para no reconocer su gran dosis de culpa. Menos aún conocen lo que se trama en la intimidad del aula una vez que el profesor cierra la puerta de la sala de clases.

 

Podemos separar a los apoderados en varios tipos, aquí algunos: Están quienes aceptan cualquier cosa a cambio de librarse de los cabros chicos por el mayor tiempo posible. Otros “se salvan” enviando a desayunar y almorzar a sus hijos a la escuela. Otros, tal vez los más desgraciados, son capaces de aceptar lo que haga falta a cambio de que sus retoños, cariñito de mamá, orgullo de su papi y la oveja negra “armen redes” en un colegio generalmente de curas (ni hablar de manoseos y cosas de ese tipo).

 

Esto ya fue advertido en este Blog hace muy poco tiempo atrás: https://blog-de-maximo.blogspot.com/2022/11/los-nuevos-vigilantes.html

 

A mis dos hijos les he dicho siempre que, en el colegio solo deben pasar materias, lo que no significa que esas materias sean las correctas, ya que todos quienes enseñan lo hacen buscando algún tipo de control sobre el alumno, difundiendo las ideas que lo motivan a enseñar (o adoctrinar).

 

Que la educación, la cultura, la ética y la moral, se entrega principalmente en la familia, lo que tampoco significa que los padres siempre tengamos la razón. Se aprende del bueno y del malo; del certero y el equivocado; de quien sabe y de quien dice saber, aunque no sepa nada; del amigo y de quien no lo es. No existen las certezas, salvo los cinco mandamientos que algunas veces he comentado aquí: No matarás, no robarás, no mentirás, no desearás lo del prójimo y no levantarás falso testimonio. Lo que siempre debe existir es la duda sobre todo lo demás. Quien practica estas premisas básicas de convivencia y cuenta con sentido comun, no necesita saber casi nada más para tratar de ser una persona decente y libre.

 

Nunca podemos dejar de ser un poco anárquicos, un poco revolucionarios, unos permanentes cuestionadores de una autoridad que, generalmente, intenta acumular poder, control y así obtener por la fuerza la voluntad y el dinero de sus legítimos dueños ¿Quién si no, entrega sin cuestionamientos sus tesoros más preciados, más que quien ha sido entrenado para tales fines?  

 

—La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!

Don Quijote a Sancho.

CAPÍTULO LVIII