EL SUEÑO DEL ARRIENDO PROPIO

El mercado de la vivienda en Chile se acomoda a los nuevos tiempos. Y no, no se trata de que las viviendas aumenten su valor (que sí, aumentan su valor, es verdad), se trata de que la gente se empobrece ¿Es lo mismo dicho de otra manera? Pues fíjense que a mi me parece que no es lo mismo una cosa que la otra, aunque lo parezca.

 

Igual sucede con el uso del lenguaje respecto de la relación dólar/peso ¡Subió el dólar!, decimos habitualmente. La verdad es que se deprecia el peso, ya que el dólar es la moneda “de verdad”, y el peso es la moneda de los políticos chilenos. Milei, el loquito que pretende ser presidente de Argentina utiliza esta analogía ¿Sube tanto el dólar en todo el planeta? Pues no, es el peso argentino, la moneda de los políticos argentinos la que se deprecia en relación con la referencia de valor.

 

Regresemos al mercado de bienes raíces.

 

Los permisos de edificación se desploman: https://www.emol.com/noticias/Economia/2023/05/04/1094019/permisos-edificacion-trimestre-bajo-1991.html

 

La burocracia contribuye a aumentar artificialmente el precio de la vivienda: https://www.emol.com/noticias/Economia/2023/07/24/1101872/permisos-inmobiliarios-12-precio-vivienda.html

 

La banca restringe cada vez más el otorgamiento de nuevos créditos hipotecarios, y no solo los hipotecarios. El problema no es la tasa de interés hipotecaria, que ha regresado a niveles históricamente razonables, sino la restricción crediticia

https://www.emol.com/noticias/Economia/2023/01/09/1083328/tasas-hipotecarios-diciembre-2022.html

 

Sin embargo, quienes continúa aumentando el negocio de los llamados “multifamily”, edificios construidos por grandes inversionistas específicamente para la renta. La evolución económica del “Nuevo Chile” ha beneficiado a “los ricos” en lugar de a los propietarios particulares. Es decir, no se trata de que la vivienda no se pueda financiar, se trata de que la gente no las puede pagar.