SEÑOR, NO LOS PERDONES, PORQUE SABEN LO QUE HACEN

El chileno es copión, y mas encima suele copiar tarde y mal. Recordemos que la nefasta y criminal UP llega a al poder en 1970, ya conocido el fracaso comunista en todo el mundo, las invasiones de la ex URSS a Hungría y Checoslovaquia y los crímenes del comunismo internacional con más de 100 millones de muertos a su haber.

 

Salvador Allende asume el poder en noviembre de 1970 en un Chile dispuesto a la revolucion con empanadas, vino tinto y los muertos que hiciera falta. En julio de 1971, Henry Kissinger concreta su primer viaje a China para reunirse con el ministro Zhou Enlai, entonces a cargo de la política exterior de su país. En 1972, mientras en el Chile revolucionario la UP continuaba robando todo, arruinando a todos, destruyéndolo todo y sometiendo al hambre y la ignominia a todos, Nixon, Zhou y el presidente del Partido Comunista de China, Mao Zedong, formalizan relaciones entre ambos países, iniciando la apertura capitalista en China.

 

Aleksandr Solzhenitsyn, premio Nobel de literatura en 1970, antes incluso de publicar su terrorífico libro “Archipiélago Gulag” en 1973 en el que relata sus penurias en uno de esos campos de concentración soviéticos entre 1945 y 1956, dedica su premio así: “Lo dedico este a todos aquellos a los que no les alcanzó la vida para contar esto. Perdonadme porque no lo vi todo, no lo recordé todo, no lo intuí todo”.

 

Hoy, nadie puede decir que no lo conoce todo, que no se enteró de todo, que ya no hace falta intuirlo todo, y algunos tampoco puede negar que lo han visto todo en el pellejo de los demás. Aun así, algunos persisten en su criminal intento de instaurar un sistema totalitario en el que ellos serán las castas privilegiadas que regentarán a un pueblo perseguido y empobrecido. No son grandes equivocados con la voluntad de mejorar la vida de los menesterosos, son grandes criminales dispuestos a lo que haga falta con tal de conseguir sus psicopáticos objetivos.

 

Nosotros, la gente de bien, no podemos dejar de tratar de influir en la medida de nuestras posibilidades en la difusión de las tres ideas básicas de un mundo libre y próspero, esto es la defensa de la vida, la libertad y la propiedad de todas las personas.

 

Debemos recordar una y otra vez a quienes quieran escucharlo y a quienes pretenda negar la realidad, que, para los totalitarios, la vida y la libertad de todos nosotros, son solo dos obstáculos que deben superar para conseguir su real propósito: Robar.

 

Si señores, aunque muchos se nieguen a creerlo, el objetivo único de esta gentuza es ese: Robar, y para eso necesitan quitarnos nuestra libertad, y si es necesario, también la vida.