TELARAÑA DEMOCRÁTICA

Sabemos que en Chile campea la corrupción. Sí, en Chile sí pasan esas cosas.

 

Están a cargo de controlar la corrupción, la contraloría, el Consejo de Defensa del Estado, la Cámara de Diputados, la Fiscalía y el Poder Judicial, entre otros, todos ellos organismos controlados por personajes designados por los señores políticos. Agreguemos a los compañeros de la prensa seria.

 

Ustedes me dirán que destino pueden tener estas investigaciones. Tal vez caiga en desgracia algún político de derecha que salve a todos lo demás.

 

El INDH, por ejemplo, es un organismo partisano financiado con el dinero de todos y que no puede ser intervenido por nadie. Cobran y se mandan solos. El plan perfecto. Hoy las emprende contra Mario Desbordes por posibles actos de corrupción, como si fueran los primeros y los únicos, y quien curiosamente es el contrincante de la loquita de Santiago que pretende ser reelecta. Cosas de la vida y coincidencias difíciles de creer. Bastaría con mantener la querella hasta el mismo día de las elecciones para que cumpla su función.

 

Si usted agita como si fuera una alfombra sucia a toda la administración pública, y los asocia a proveedores de todo tipo, fundaciones y corporaciones supuestamente sin fines de lucro y cargos designados como notarios y otros, se encontrará con redes familiares y partidistas que abarcan a todo el mundo.

 

Nadie cae nunca jamás, ya que todos están entrelazados, salvo de vez en cuando algún pobre infeliz que sirve como una cortina de humo que tapa toda la podredumbre, todo ese gran y corrupto negocio nacional llamado democracia, que consiste en obtener y repartir el poder para robar a destajo. Siempre con solemnidad y en nombre de la paz social, la justicia y la igualdad que gente buena, muy buena, tan-tan-tan buena, que se sacrifica desinteresadamente por nosotros, esta sarta de huevones malagradecidos que los mantenemos con nuestros impuestos.