ESTADO DE SITIO ACOGEDOR

La nueva novedad del año para los regalones es el nuevo volador de luces nacional, la implementación de un estado de sitio acogedor, resiliente y con perspectiva de género en la Región Metropolitana. No puedo imaginarlo de otra manera. Con milicos repartiendo super ochos a la salida del Metro, e infantes de marina ayudando a bajar gatos de los árboles. Todos desarmados y sonrientes. No puedo imaginarlo de otra manera.

 

No habrá estado de sitio, evidentemente, y si lo hubiese, sería algo parecido al estado de no sé qué cosa en el sur, es decir, “acotado”. Un estado de sitio sin sitio, ni pistolas, ni balas, ni disparos. Un estado de sitio acotado a los “adelante estudio” de los compañeros de la prensa seria que intentarán vendernos la buena nueva. Y de repente, en medio del estado de sitio acotado y resiliente trasmitido en vivo y en directo por el Julito y la Monse, analizado por los indignados Matamala y la Rincón, y comentado desde el púlpito de Paulsen, seguirán apareciendo cadáveres por todos lados.

 

Si yo fuese narcotraficante, sicario, ladrón, pistolero a sueldo, periodista de un medio serio y formal, o político, sin lugar a duda ejercería mi distinguido oficio en Barbarilandia. Es muy fácil ser un hijo de puta en Barbarilandia, en este lupanar con vista al mar se pueden ejercer tan nobles actividades sin preocupación, y siempre muy bien remuneradas.

 

A mi me da la impresión de que decretar estado de sitio acotado, paritario y respetuoso del cambio climático es una mala idea. Si dependiera de mí, invitaría al Cosena a tomar tecito con galletas en lugar de andar proponiendo cuestiones que pueden terminar con algún milico tras las rejas y los delincuentes muertos, pero de la risa. Luego no hacen nada y culpan al Cosena.  

 

Decretar estado de sitio solamente para evitar que grupos de criminales se maten entre ellos en medio de una bulliciosa fiesta donde el perreo, las drogas, el alcohol y la fornicación descontrolada dan paso a balaceras que hacen el trabajo que las autoridades se niegan a hacer, no solo es innecesario, sino vergonzoso.

 

Lo importante sería ocupar el tiempo y el dinero interviniendo todas las universidades que haga falta, ya que son nidos de terroristas, desquiciados, degenerados, totalitarios, vagos con cartón, expertos en nada bueno, sinvergüenzas, pirómanos, defraudadores y demás escoria de la sociedad.   

 

De estas universidades salen miles de periodistas, políticos, expertos, asesores, escribidores de papers, calentólogos, buenistas que roban en nombre de quienes mas lo necesitan, administradores de corporaciones y fundaciones sin fines de lucro, y demás asociaciones ilícitas como ONG piadosas y buenistas. Lo mismo con los colegios. Tambien cierran el ministerio de adoctrinamiento, llamado eufemísticamente de educación.

 

Al mismo tiempo expulsan a los jesuitas. Luego intervienen el poder judicial y la fiscalía. También despiden a unos 100.000 o 200.000 empleados públicos dedicados a todo menos a trabajar. Y recién ahí podríamos ver algún avance.

 

Si nada de esto funciona, solo nos quedaría la última instancia, conseguir un dictador bueno que arrase con toda la mierda de manera rápida y efectiva. Claro que esto se ve muy difícil hoy en día ¿Y si pedimos prestado un ejército de chinos a Xi Jinping?