CONFABULADOS

El grotesco escándalo televisivo está por sobre la ley. Las decisiones políticas también. La mano invisible de quienes mandan realmente, actúa sin parar. El contubernio, el control de daños y todo tipo de martingala democrática, no rozan, sino que sobrepasan decididamente lo aceptable y lo decente. Nos regentan caciques que hacen lo que les da la gana, se corrompen y roban sin asco. El supuesto estado de derecho es solo para los giles.

 

JP vomitó de todo. Su hermanito era el juguetito de los déspotas del gobierno. Solo se filtraban miserias de gentuza de derecha. Boric y la banda de atorrantes festinaban de lo lindo. JP arrasó con los weones. A la media hora salió a relucir Bachelet, Cerdito y el caso Caval. Quiero ver a Boric en la palestra ¿Será mucho pedir, o el ángel custodio de los pobres y estudiantes que no estudian no tiene malas acciones en su prontuario callejero?

 

Lucho no quería pernoctar con delincuentes de poca monta en la cárcel pública; JP pidió que lo trasladaran al hotelucho para ladrones encopetados, mismo lugar donde está alojada el resto de la mafia. Al día siguiente estaba ahí, con derecho o sin él, con razón o sin ella.

 

Resulta que el ladrón de Daniel Jadue permanecía en prisión preventiva luego del espectáculo televisivo que lo condenó. JP Hermosilla, en su desenfrenada alocución pública, comentó que le parecía un exceso la situación de Jadue: El horno ya no estaba para bollos: Hoy lo sacaron de prisión ¿Quién llamó a quién? ¿Quién ordenó meter preso a quien no debió estar preso, o quien ordenó enviar a su casa a quien no debiera estar en su casa? El mal no disimula.

 

Esta gentuza vive confabulada contra un pueblo envilecido que pastorean y utilizan para validar un discurso democrático malicioso. Usted meta el papelito con una rayita en la cajita y luego nosotros nos encargamos de todo. ¡Ah, y deme su platita, que nosotros se la cuidamos! Son unos cerdos.

 

Intentar sobrevivir sin escandalizarse cada vez que sale a relucir la atrocidad del día, es a estas alturas una necesidad. Una broma sobre Hermosilla y sus ucranianas; algún comentario con desdén sobre la camionada de mensajes que abarrotan el WhatsApp del criminal de moda; un meme malicioso. Es como hablar del corrupto arbitraje del pasado domingo y el penal que solo el saquero vio. El VAR vale callampa si el tipo quiere robarnos. La constitución y las leyes también. Todo termina en una risa que esconde la sensación de cabreo e injusticia.

 

Un lupanar donde la justicia no depende de la ley, sino de quienes han designado a los jueces, siempre vive al borde de desembocar en una democracia donde quien manda es el que cuenta los votos. Mejor aún si algún día son electrónicos ¿Para allá vamos?