DEMOCRACIA ESTABLE

Está desesperada la viejuja Matthei. Al parecer, su candidatura hace aguas por todos lados, tal vez desde que apoyó con entusiasmo la en el mediano y largo plazo nefasta reforma previsional del gobierno de atorrantes, traicionando así a su público, junto a la gentuza que regenta Chile Vamos.

 

Resulta que en los últimos días ha prometido todo lo que ayer rechazaba y el gobierno de su finado amo jamás implementó. La iñora le tiene de todo a la dama y al varón. Revisemos algunos ofertones:  Le tiene una cárcel en medio del desierto, je…je…je; le tiene una rebaja de impuesto a la renta desde el actual 27% al 18% (su amo lo encontró en el 17% que Andrés Velasco se negó a subir y él lo subió); en cualquier momento le tendrá a la dama y al varón un perdonazo a los veteranos de Punta Peuco (ya lo hizo su amo y no solo no cumplió, sino que les cerró el penal Cordillera), y quizá se comprometerá a declarar feriado nacional el 11 de septiembre. No creo que le resulte su plan siniestro.

 

Si la desesperación de la iñora ha llegado a tanto, será que el plan de Chile Vamos de crear a Kaiser para quitar votos a Kast se les salió de las manos, y hoy se encuentran en franca minoría respecto de la suma de ambos y de un acuerdo parlamentario entre ellos (que a mí no me gusta nada, aunque al parecer es inevitable y el mal menor) y, tal vez, ya ven comprometida incluso su candidatura presidencial, lo que me parecería espectacular. Y no me refiero a la encuesta trucha de B&W que me parece una vergüenza.

 

Si así fuera sería espectacular, ya que el proyecto de JAK y Republicanos se podría definir fácilmente como un intento de regresar las cosas a su lugar, es decir, regresar al brillante proyecto político de Jaime Guzmán: Que la centro derecha liberal-conservadora se ubique unida en el lugar que le corresponde, para dejar a la agrupación socialdemócrata-socialcristiana el control de la centro izquierda ¡Y funcionó!, hasta que el piñerismo lo destruyó sobrepasando a la centro izquierda por su izquierda, entregando a la concertación en los brazos del comunismo, y todo para ganar él la elección. Nunca pensaron en Chile, solo en Piñera y sus mascotas.

 

Lo mejor para el país es que el PR sea el hegemónico y ChV sea minoritario, obligando a mucha gente a un cambio en sus preferencias y a muchos políticos a un cambio en sus posiciones o al menos en su discurso y sus votaciones en el congreso. El problema es qué hacemos con Kaiser y sus loquitos. Un Kaiser creado irresponsablemente por el PR, desechado por JAK debido A la intransigencia de Espumita, y vuelto a utilizar y levantado por un ChV que, si bien tuvo más que algún grado de éxito utilizándolo contra JAK, hoy la suma de ambos al parecer se vuelve en contra de ellos.  

 

El problema de Espumita y la gente que lo apoya y financia, es que, así como Piñera destruyó el equilibrio corriendo el cerco hacia la izquierda, Espumita radicaliza el escenario corriendo a la derecha mucho más hacia la derecha de lo que mismo Gobierno Militar y el mismísimo Jaime Guzmán consideraban conveniente para logar un sistema político que funcionara de acuerdo a nuestras ideas y, ganara quien ganara la elección, mantuviera los equilibrios y la estabilidad mientras tuviésemos una posición parlamentaria relevante y decisiva para apoyar o no las iniciativas de la centro izquierda.

 

La hegemonía que debiese tener el PR (al que el mismo Espumita pertenecía), debe orientarse a acordar políticas públicas racionales con gente racional de la centro izquierda y el resto de la derecha ¡En ese momento tendremos estabilidad y desarrollo! (el diseño del GM y JM). Espumita y los loquitos de su barra brava se oponen a esto.

 

Por el contrario, y por simple lógica, radicalizar al país entre el PC-FA y el PNL junto a otros grupos de fanáticos, no permite acuerdos necesarios y beneficiosos, sino que nos ubica a todos en un balancín que nos llevará irremediablemente a la guerra civil, sea esta con armas o simplemente con una división descontrolada y permanente, en la que cada cuatro años solo cambie quien intenta mandar y quienes intentan impedir que el otro mande, llegando poco a poco hasta las insensateces más grandes y disparatadas, lo mismo que nos llevó al 11/09/73, lo que por otro camino Piñera revivió con el resultado conocido por todos nosotros, y lo que Pinochet y Guzmán querían que no volviera a suceder.

 

En conclusión, debemos saber ubicarnos en el lugar exacto, y para eso debemos contar con líderes sensatos, inteligentes y, sobre todo, interesados en el bien del país y no en su beneficio particular, como fueron Pinochet y Guzmán, entre otros, y no como los que actuales descriteriados que dirigen algunas agrupaciones de pusilánimes, por un lado, y de fanáticos por el otro lado.  

O como dice la foto del encabezado: Para que el sistema funcione, una democracia estable y limitada, basada en fuerzas equiparables.