DULCITA: Oiga
mi Cuchi Cuchi.
CUCHI CUCHI:
Dígame mi Dulcita.
DULCITA: No
me gusta nada esa yegua, oiga.
CUCHI CUCHI:
¿Quién, mi Dulcita?
DULCITA:
¡Esa poh!, no se haga el leso mi Cuchi Cuchi. Usted sabe a quién me refiero, a
la mejor directora de presupuesto de la historia poh, no me diga que no se ha
dado cuenta como lo mira esa yegua, y más encima andan para todos lados juntos.
La weona ya parece lapa con usted.
CUCHI CUCHI:
Como se le ocurre mi Dulcita, si es solo por trabajo, nada más.
DULCITA:
Seguritamente poh. No le creo na oiga. Míreme a los ojos y me lo dice así para
ver si le creo.
CUCHI CUCHI:
No se me ponga así, mi Dulcita, no ve que yo la quiero a usted nomás poh.
DULCITA: ¿En
serio mi Cuchi Cuchi? ¿No le gusta esa yegua? ¿Y si no le gusta por qué le dio
pega y le dice la mejor directora de presupuesto de la historia, si más encima
la yegua esa se manda puras cagás? Parece que no sabe ni sumar la weona.
CUCHI CUCHI:
No diga esas cosas mi Dulcita, si es solo para la galucha nomás oiga, usted sabe
que con el aweonao del jefe que tenemos necesitamos mostrar algo bueno.
DULCITA: ¡Pfff!,
media weá que muestra entonces, mi Cuchi Cuchi.
CUCHI CUCHI:
Es lo que hay nomás poh. Oiga, ¿Cuándo usted sea presidenta me va a dar pega,
mi Dulcita?
DULCITA: Cuando
sea presidenta lo primero que voy a hacer es echar a esa yegua que lo mira tanto,
mi Cuchi Cuchi.
CUCHI CUCHI:
Bueno mi Dulcita, como usted quiera.
DULCITA:
¡Ah!, menos mal que me da la razón poh, si a esa no le tengo ninguna confianza,
oiga. La weona me lo quiere robar.
CUCHI CUCHI:
Ya poh, no se me ponga así, mi Dulcita ¿No ve que se me va a arrugar más, oiga?
DULCITA: ¡¿Cómo
que más?! ¿Me está diciendo arrugada? ¿Qué se cree? Si yo no estoy arrugada, ¿o
sí?
CUCHI CUCHI:
Noooo, si es una forma de decírselo nomás, mi Dulcita. Debe tener confianza es
si misma, más ahora que es candidata presidencial.
DULCITA:
Mmmm…, no sé.
CUCHI CUCHI:
Ya poh, no se me ponga así, si usted es la más linda de la tierra y el cielo y
no tiene ninguna arruga.
DULCITA:
Mmmm…, no sé.
CUCHI CUCHI:
Yo poh, en serio.
DULCITA: ¿En
serio me lo dice, o es solo para que yo se lo crea?
CUCHI CUCHI:
En serio poh, si es cosa de que se vea al espejo nomás.
DULCITA: ¡Ay mi Cuchi Cuchi, así me gusta oírlo!
CUCHI CUCHI:
Ya poh, ¿me va a dar peguita cuando sea presidenta?
DULCITA:
Obvio poh, mi Cuchi Cuchi, ¿Qué pega quiere que le dé?
CUCHI CUCHI:
No se poh, podría ser su guardaespaldas.
DULCITA: ¡¡Ay oiga, las cosas que me dice!! No ve que me las creo…
DULCITA: ¿Eso
mismo le dice a esa yegua de la mejor directora de presupuesto de la historia?,
¿verdad? Si poh, si ya lo sabía.
DULCITA: ¡Ya
no, no, no me haga caso!, ¡es que me da una rabia cuando me cuerdo!
CUCHI CUCHI:
Ya oiga, déjese de pensar en leseras y venga para acá que le tengo un regalito.
DULCITA: ¿Qué
regalito me tiene, mi Cuchi Cuchi?
CUCHI CUCHI:
Mire poh.
DULCITA: ¡Ay Cuichi Cuchi, no, que alguien se puede dar cuenta!
CUCHI CUCHI:
No, si nadie nos va a ver, puse llave.
DULCITA: ¿Pero
aquí en el ministerio? ¿Esperemos a la salida mejor, ya?
CUCHI CUCHI:
No, si no pasa nada, aprovechemos, si nos queda hasta marzo nomás.
DULCITA: ¿Pero
aquí mismo? ¿Dónde?
CUCHI CUCHI:
Aquí poh.
DULCITA: No,
es muy duro.
CUCHI CUCHI:
Entonces ahí mejor.
DULCITA: ¡Ay no sé, oiga!
CUCHI CUCHI:
Ya poh.
DULCITA: No,
no se…
CUCHI CUCHI: Ya poh, si aquí es blandito.
DULCITA: No, si ya le dije que no sé...
CUCHI CUCHI:
¿No sabe? Bueno, entonces no.
DULCITA: Ya,
bueno ya.