EL GOBIERNO QUE NO FUE.

Me entero con resignación que don Hermógenes no alcanzó a inscribir su candidatura presidencial, por lo que mi meteórico ascenso hacia el ministerio de economía se ha frustrado. En realidad, y tal vez por falta de tiempo, nuestro candidato no confirmó mi petición, aunque no creo que le quede más alternativa que hacerlo ya que si descontamos a comunistas, socialistas, PPD, DC, nuevoderechistas, udipopulistas, arrepentidos, centroderechistas, bacheletistas-aliancistas, progesistas, pro homosexuales, pro fauna silvestre, pro minorías étnicas, pro estatización de recursos naturales, pro igualdad, pro alza de impuestos, pro gratuidad, anti represas, anti mercado, anti AFP, anti Isapres, anti estado de derecho y anti propiedad privada, vamos quedando don Hermógenes, yo, unos cuantos lectores de este blog y tres o cuatro más. Así las cosas, no creo que tenga más alternativa que nombrarme en tres o cuatro carteras si pretende completar todos los cargos. Bueno, eso sería si nuestro candidato se hubiera inscrito, pero como no lo hizo, el país se lo pierde. Que después no se quejen.

Como mal menor tendremos que votar por una de las dos rubias teñidas, la que en sus años mozos de parlamentaria se dedicaba defender la libertad, el emprendimiento y el estado pequeño; para luego ser ministra del trabajo del payaso y declarar que los cambios que había que hacer no se podían hacer, por lo que mejor se dedicaría a supervisar los baños de las garitas del Transantiago, a combatir los uniformes de las empleadas, a promover el alza de las cotizaciones previsionales a costo del empleador, y a combatir a los inmigrantes ilegales que le quitaban el trabajo a un chileno que por ningún motivo estaría dispuesto a desempeñar aquel trabajo.

En el peor de los casos, tendremos que conformarnos con un gobierno de la otra rucia teñida, y ahí sí que nos va a llegar al pihuelo, ya que la vieja esta vez viene recargada con los comunistas, la calle y los estudiantes que no estudian (valga la redundancia). Además, esta rucia es la candidata de los oligopolios, partiendo por el grupo Luksic, así que ya saben, cada vez quedará menos torta para repartir.

En consecuencia, el país ha perdido una nueva oportunidad de dar un salto al desarrollo, y todo esto por la tardanza en la postulación presidencial de nuestro candidato, con la esperanza de que su señora no se enterara de la aventura hasta el último instante y por la prensa. En cuanto a lo que a mí y mi frustrada postulación ministerial se refiere, con seguridad la patrona en principio no lo hubiese permitido, aunque explicándole con calma que ser triministro me implicaría hacer uso de todo mi tiempo y que por lo tanto no me vería ni en pintura, estoy seguro que se allanaría gustosa a mi incipiente pero fallida carrera política.