ARREGLÁNDOSE LOS BIGOTES.

Es bien curioso lo que ha sucedido hasta el momento en el caso “cascadas”. Pensé que la prensa se daría un festín con el ex yerno del “dictador fascista y neoliberal”, y los diputados izquierdistas nombrarían unas cuantas comisiones ad hoc. Nada de eso ha pasado, todo lo contrario, ha sido la moribunda candidata de la Alianza por un Chile Socialista la encargada de tocar, o más “rozar” el tema, acusando a la Concertación de no hacer el escarnio público que todo el país esperaba para la ocasión.

Los abogados de Ponce, aseguran que Piñera aún mantiene acciones de las “cascadas”, y presentaron los argumentos que probarían la acusación, lo que el superintendente nombrado por el gobierno de excelencia 24/7, niega; además de negarse a entregar el expediente al Ministerio Público.

Vistos los hechos de la causa (ya me creo juez, mas encima), al parecer el negocio de las cascadas alcanzaba para varios, unos se mojaron, a otros los mojaron, y otros se chorrearon con tanta agua; y quienes aparecen más interesados en no levantar olitas que perjudiquen al yerno del “dictador genocida”, son precisamente los que se han ganado la vida emitiendo declaraciones sobre el “dictador genocida”. Quien los vio, y quien los ve.

Dicen por ahí, que cuando llueve todos se mojan, y en esta pasada nadie quiere quedar empapado (a); menos aún, si luego de veinte años viviendo y sobreviviendo entre las redes del poder, han acumulado una pequeña o no tan pequeña fortuna que pretenden seguir disfrutando y acrecentando “en la medida de lo posible”, como decía don Pato.

Mientras el populacho bárbaro pretende votar por la ayudista con la tincada de que el paraíso terrenal está cerca, y que algo les puede tocar; al parecer a los concertacionistas les viene tocando desde hace 23 años, cascadas mediante.

Veremos en que termina este caso, todo depende de la libreta negra donde Ponce Lerou tiene anotados los nombres de todos los que hicieron lo mismo que él ha hecho.