LEVÁNTATE Y ANDA.

Cuenta la leyenda que algunos personajes fueron santos, hasta hicieron milagros. Jesús, por ejemplo, resucitaba muertos y multiplicaba panes. ¡Háganse esas poh!. Mas tarde, los interpretadores de cosas nos contaron que el mismo hijo de Dios es, Dios, hijo y espíritu santo, todo en uno. Una especie de combo teológico que solo unas pocas mentes cultas entienden.

Allende es otro caso. Fue demócrata, super capo y un incomprendido en su tiempo. ¡Nadie logró comprender como hizo lo que hizo!. Hoy tiene una estatua, si bien no en una iglesia como Jesús, al menos frente a La Moneda, el lugar donde hizo los milagros, la que no será gran cosa pero algo es algo y los turistas igual la visitan y se inmortalizan bajo el Chicho. El único milagro conocido de Allende fue nombrar comandante en jefe a Pinochet, aunque es lo único que no se le celebra. Sigamos con los santos…

El Padre Hurtado, a quien veneran de forma irracional en el colegio del cabro chico. Le cantan y le rezan esperando, tal vez, un milagro de aquellos. Nada dicen sobre la revelación del escritor Jorge Edwards, quien aseguró en sus memorias que fue abusado en el colegio San Ignacio y Hurtado solo envió al cura pedófilo a otro lugar, tal como se hace hoy. El cardenal Errázuriz no estará nunca en un altar, Hurtado si está encumbrado en uno.

Fidel Castro es un santo viviente que nos guía al paraíso terrenal, el que por supuesto debe ser mejor que el experimento cubano, o de paradisiaco y milagroso no tendría nada. En Chile, Bachelet es candidata permanente a la beatificación callejera, a la santificación nacional y pronto, al parecer, al sacrificio por la causa. Milagros no se le conocen hasta ahora, aunque el segundo piso puede difundir alguno en el momento más oportuno.

Arenas, Jorrat y Pencailillo, esa especie de santísima trinidad criolla, ejecutó el milagro de destruir en seis meses lo que costó construir cuatro décadas. Sin duda pasarán a la historia. A propósito de Pencailillo, aseguró ante la fiscalía no conocer a Jorrat, tal como Pedro negó a Jesús. ¡Ven que estos cabros son los elegidos!.

Estamos repletos de santos y milagreros. Los curas y los políticos no se detienen en detalles sin importancia a la hora de mantener el poder por el poder, ya sea en nombre de Dios, del pueblo o de lo que sea necesario. Siempre será oportuna una procesión hasta la casa del señor, a la casa de los presidentes o a la de orates, que van siendo más o menos la misma cosa. Unos caminan en busca de una nueva oportunidad, otros corren en busca de un milagro, otros se arrastran en busca de un cargo y otros solo están por ahí a ver qué pasa. Después de todo, los milagros a veces existen ...Eso dicen.