EL DOCTOR ROSSI.

Estoy anonadado, el honorable senador don Fulvio Rossi, tan buenito que se ve el cabro, también le pasó el platillo al yerno del dictador. Un correo enviado a Patricio Contesse, al perro fiel de don Julio, revela que Rossi solicitó unas migajitas, solo lo suficiente para 32 candidaturas. Casi nada.

Me extraña esto, don Fulvio es socialista, y por lo tanto posee una autoridad moral a toda prueba, debido a que a gente que ni conoció supuestamente la torturaron durante la Dictablanda que comandaba el suegro de su benefactor. Lo creería de un fascista neoliberal o de algún oligarca rancio, pero no de un ser humano que irradia nobleza y dejó una meteórica carrera en el sector privado para trabajar por los más pobres de Chile.

Don Fulvio tiene la película muy clara, como todo socialista. Combate el cigarrillo y promueve la legalización de la marihuana; defiende los derechos humanos y apoya el aborto; reniega de la Dictablanda y se financia a costa de una empresa privatizada “entre gallos y medianoche”. Don Fulvio es de una sola línea, tal vez por eso le sacaron la cresta en Iquique unos días atrás; el populacho no acepta gente de tan alto nivel.

Me imagino que los 32 candidatos a algo que financió don Julio, todos ellos sin duda distinguidos profesionales y prósperos empresarios que abandonaron su cómoda vida por amor al arte, ahora le rinden pleitesía a don Fulvio. Le deben un favor, la posibilidad de pagar la cuenta de Chilectra, el dividendo de su ruquita en el sector oriente de la capital, sus viajes por el mundo debidamente apoyados por míseros viáticos que solo alcanzan para tomarse una Coca Cola, y para pagar la Isapre, la AFP y los colegios y universidades particulares de sus hijos, al menos hasta que todo esto exista. El día que lleguemos al paraíso terrenal, enviarán a sus hijos a estudiar a California o Nueva York a costa de una beca financiada por doña Juanita, para que no se mezclen con la chusma soliviantada. Son gente seria, socialistas de tomo y lomo.

No va a faltar el desubicado que comience a suponer idioteces, como que don Fulvio es un corrupto y una especie de “Don” del PS. No, don Fulvio se nota que trabaja para la gente y recolecta dinero para los demás. El hombre solo busca el bien común, sea lo que sea que eso significa a estas alturas. Al menos yo deseo que el pulento le devuelva con creces su esfuerzo desinteresado y lo ayude en su próxima operación de cáncer a la glándula tiroides. Espero también que el Auge le cubra la operación y que logre encontrar una hora a tiempo en el San José o la Posta Central donde un facultativo nacido y criado en el fundito que los Castro poseen en el Caribe lo pueda acuchillar sin tiritar ni equivocarse y no termine extirpándole la lengua o la muela del juicio por equivocación.