ESCOLTA DE AVANZADA.

En Barbarilandia el relajo es total. Dos tiras tenían en sus manos, dentro del cuartel, a un cabrito de 16 dulces añitos; seguramente un ángel caído. De repente uno de los sabuesos se dirigió raudo a las casitas y el otro se quedó dormido, oportunidad que aprovechó el niñito que se perdió en la vida por culpa del modelo heredado de la dictadura, para arrancar con una subametralladora con la que seguramente jugará a los vaqueros en la población. Afortunadamente en la PDI no manejan lanzagranadas ni bombas de racimo.

En Olmué, tierra de soporíferos veraneos donde el cacique del lugar es nuestro buen amigo Hunter, también se vive en relajo permanente. En esta bendita tierra de paltas y chirimoyas tenía programada una actividad nuestra benemérita Claudia, donde seguramente proclamaría las bondades de la ex RDA y bailaría cha cha cha con la concurrencia formada por veteranas de la junta vecinal, miembros del partido y empleados públicos acarreados en buses con aire acondicionado para hacer número y no recibir unas merecidas pifias. Todo pasando.

Anticipándose al viaje de Nuestra Señora de los Milagros, un grupo de James Bond denominados graciosamente “escolta de avanzada”, se dirigió a Olmué con la intensión de planificar la seguridad de la primera mandataria. Claro que el camino es largo, y la sed y el hambre hicieron presa de nuestros agentes especiales, quienes se detuvieron en una bencinera a cargar la panza con completos, coca cola, unos dulces de La Ligua, un cafecito reponedor y seguramente aprovecharon a vaciar sus especiales vejigas de agentes especiales de avanzada.

Así, la escolta de avanzada se bajó de su camioneta y decidieron dejar a merced de los jóvenes idealistas del lugar sus pertenencias de agentes especiales, quienes se llevaron dos pistolas, dos equipos radiales, una credencial y prendas de vestir. Demás está decir que Carabineros llego con cuática a realizar peritajes y peinar el área con helicóptero y todo. De las pistolas nunca más se supo.  

Con estos desaprensivos sabuesos, no es de extrañar que la delincuencia esté desatada. Y si le agregamos la displicencia de los políticos y los “jueces garantistas”, robar se ha hecho deporte nacional.

La que puede estar tranquila es la Claudia, da lo mismo si su comitiva de avanzada es un poco caída del catre, de todas formas no corre riesgo. Todos los terroristas que podrían pegarle un balazo mientras demuestra sus habilidades bailarinas son de extrema izquierda y miembros de uno de los partidos de gobierno, así es que no tiene de que preocuparse.