"MILICOGATE".

De nada le sirvió al general Cheyre pedir perdón por algo que supuestamente hicieron otros; hoy la izquierda, que no perdona, está a punto de enviarlo a Punta Peuco, o a otro lugar peor. Espero que lo logren, no porque Cheyre haya cumplido con su deber el ´73, sino por escalador y traidor.

Fuente-Alba, otro adulador de la izquierda que llegó a su puesto y lo mantuvo de la forma en que todos sabemos, también está cuestionado. Espero que sea condenado, no por enriquecerse gracias a su puesto, después de todo son miles y miles los que están en su misma situación. Espero que termine preso por escalador y traidor, tal como su colega.

Las Fuerzas Armadas son, como toda repartición pública, un foco de corrupción. Son innumerables los casos que han salido a la luz en los últimos años en todas sus ramas. La compra de material y el oscurantismo que lo rodea es campo fértil para este tipo de “pasadas”.

Pienso que las actuales Fuerzas Armadas chilenas están compuestas, en gran medida, por un grupo de oficinistas timbra papeles que no ganarían ninguna guerra ni serían capaces de llegarle a los talones a sus compañeros del ´73. Y no lo digo por la corrupción, que con toda seguridad siempre existió, sino por la complacencia de sus altos mandos, por confundir la sumisión al poder con el cumplimiento de la legalidad. Por anteponer sus intereses de legitimo ascenso profesional con el escalamiento social logrado por medio de la obsecuencia.

Para quienes mantienen esperanzas de que estas Fuerzas Armadas son una especie de último bastión de la libertad nacional, creo que deben comenzar a no contar con ellas nunca más. Porque los tiempos son otros y las revoluciones pasaron de moda y porque están más preocupados de sus jubilaciones y de “pasadas” de cualquier tipo.