ASESOR DE MIEDO.

Me gustaría saber que opinan los cientos de miles de igualitaristas que se cambiaron desde los fondos A, B, C y D hacia el E, siguiendo la brillante asesoría del Mesina, el fulano que pretende hacer colapsar las AFP, y con ello dejar en la calle a los afiliados, si es que eso es necesario para derribar el “modelo”.

Algunos de los afiliados, intentando de revertir las perdidas, ahora se cambian al fondo A. El problema es que ese fondo ya subió bastante y no sería nada de raro que pueda caer. Es decir, gracias a la brillante asesoría de Mesina, pueden perder dos veces un dinero que jamás podrán recuperar. Podrán ganar otro dinero pero ese ya lo perdieron irremediablemente.

Me gustaría saber también, cuántas de estas personas pretenden que parte o la totalidad del 5% adicional de cotización, no vaya a su cuenta individual, y sea administrado brillantemente por un “ente estatal” regentado por secuaces de Mesina, el asesor de oro.

También me gustaría saber, cuanta de esta gente tiene hijos en edad escolar y universitaria, y piden a gritos la famosa educación pública, gratuita, de calidad y sin lucro ajeno. No se conforman con perder ellos, además quieren que pierdan los demás. Si todos perdemos, no existirán las diferencias entre clases sociales porque existirá una sola clase, la de los huevones tontos que prefieren perder con tal de que los demás no ganen.

Si los igualitaristas y envidiosos se imponen, millones de chilenos terminarán pagando más impuestos, perdiendo parte de sus fondos previsionales, colocando a sus hijos en tómbolas escolares y cosechando las porquerías que otros sembraron con su consentimiento.

Por último, también me gustaría saber cuántos de estos chilenos asesorados por brillantes cerebros rojos, han comprado algún departamento que pretenden pagar a cuenta de los arriendos futuros. Es decir, cuántos de estos igualitaristas y socialistas unidos, piensan dedicarse a especuladores y rentistas inmobiliarios, lucrando a costa de lo que en algún momento, sin duda, será considerado un derecho social, y por lo tanto, no podrán lucrar con él.

Es decir, también terminarán perdiendo esos ahorros en manos de quienes, como ellos hacen hoy, pretenderán vivir a costa de otro el día de mañana.

¿No sería más fácil y mejor para todos, tratar de que todos ganemos, en lugar de intentar que los otros pierdan?