NAVEGANDO EN LAS CLOACAS.

Pues bien. Aquí estamos, una vez más. Piñera defenderá a su pueblo en La Haya. Estamos salvados, tenemos en quien confiar, su pasado lo condena. (Perdón, lo avala). Bueno, es casi lo mismo. En Chile también nos defenderá nuestro Chapulín cada vez más colorado. El Comando Jungla y ocho mil millones de dólares colocarán a La Araucanía al nivel de Suiza. Sí, estamos salvados. Todo, siempre, puede ser peor.

Dicen que en palacio conviven todas las almas de la derecha, pero no, ni tiene alma ni son de derecha. Le tenemos de todo a la casera. Llegar y llevar. Le tenemos la derecha social; la popular; la arrepentida; la abrazadora de banderas ajenas; la bacheletista-aliancista; la que cree en la corrupción (perdón, quise decir en la Alianza Público Privada, es bueno cuidar las palabras); la que propone “mas Estado” disfrazado de “mejor Estado”, como si mas Estado puede ser mejor que menos Estado.

Existe una derecha de izquierda, tal como alguna vez, por allá por los 90, existió algo parecido a una izquierda de derecha que hoy estaría a la derecha de Sebastián ¿Sentada a la diestra de Dios Padre, creador de Ministerios y Subsecretarías? Existe la derecha lavinista, escandalosa y populista, amiga de los comunistas, colgada de las redes sociales en busca de “la voz del pueblo”. Estamos pedidos.

Nuestra derecha, esa que ya no es tal, pretende defender lo que no defendió, cuidar lo que no cuidó, y ya es tarde para volver atrás. Es una derecha que aprendió a navegar entre las cloacas del Estado ladrón; a ocultarse dentro de las madrigueras y cubiles cavados por las alimañas rojas con las que hoy convive; es una derecha casta y pura, no faltaba más. Una derecha incomprendida por la gente de recha que no sabe lo que quiere. Je…je…je…, solo quiere un gobierno de derecha que gobierno para lo que lo eligieron y no para consolidar “el legado” de la Comandante Claudia y sus secuaces.

Podemos dormir tranquilos, Piñera nos defenderá en La Haya, y en el infinito y más allá.