NUESTRA ÚLTIMA OPORTUNIDAD.

Tal como se comentó en la entrada anterior, el posible triunfo de Bolsonaro en Brasil puede ser nuestra única y última oportunidad para aclarar la relación entre la política chilena y la corrupción brasileña ¿Lo hará Bolsonaro? ¿Tomará la decisión de que Bachelet y su corte caigan tal como Lula? Si Bolsonaro lee bien el problema -como ex militar me imagino que entiende de estrategia-, tendrá que entender que de no caer las personas que se han erigido en falsas autoridades morales y hoy son protegidas por la izquierda internacional, sean o no de su país, su gobierno estará en el suelo en menos de un año. Debe derrotar definitivamente al enemigo, tomar la capital, colocar su bandera, obligar a la rendición incondicional y colocar las nuevas reglas. Brasil es el principal país de la región y Bolsonaro debe actuar como tal. Solo Brasil puede encabezar esta cruzada regional.

El socialismo es una ideología y una organización mundial, globalista, que no puede ser derrotada tratando de “solucionar” el problema de país en país. Miren a Macri, miren a Piñera, y vean a Bolsonaro en un par de años más si no “mata a la perra para terminar con la leva”. En Latinoamérica el problema es el llamado “Foro de Sao Paulo”, y ahí hay que apuntar, directo a la cabeza. Bolsonaro no puede dejar a la izquierda como alternativa, debe desprestigiarla y así eliminarla como alternativa por unos cuantos años.

Ahora podemos entender la carta de los políticos chilenos –incluida Bachelet- en apoya al reo Lula. No lo hicieron por lealtad al hermano caído, sino pensando en un futuro peligroso, con el poder en otras manos y por lo tanto con el riesgo de que toda la corrupción salga a la luz. Ahora podemos entender la razón por la que la ONU, organismo controlado por la izquierda internacional, protege a Bachelet otorgándole el inmerecido puesto que ostenta. La protegen y la controlan en una jaula de oro.

Aún recuerdo el viaje a Brasil del Fiscal Nacional, Abbott, acompañado por la fiscal Chong, la misma que designaron en el caso del 27F y que no tocó a Bachelet ¿Es todo coincidencia? La justicia chilena la protege, la izquierda ni hablar, y la ex derecha lo hará para evitar enemistarse con la izquierda. Bolsonaro debe actuar por su cuenta, sin considerar al gobierno de Chile, que sin duda preferirá salvar a Bachelet para no correr riesgos de un boicot parlamentario de la oposición y de un alza de la figura de JAK que termine por reemplazarlos a ellos mismos.

¿Alguien conoce a Bolsonaro? Pues díganle que no confíe en Piñera, será su principal enemigo. Porque Bolsonaro allá y JAK aquí, son su principal competencia.