CHACOTEROS LOS CABROS.

Según Manuel José Ossandón, la próxima primaria de la ex derecha será entre él y Joaquín Lavín ¿A esto hemos llegado? ¿Solo esto tenemos? Lo digo sin ánimo de molestar a los contrincantes, pero esto no es normal. Nada de esto es normal. No es normal que nuestros presidentes vayan desde Bachelet a Piñera dos veces y luego a Ossandón o Lavín. Y las alternativas serían Boric, el pelao Jackson, la Camila, Jadue, o algún otro loco suelto. Es que no da para creerlo. Se supone que esta gente es aspirante a presidir un país. Un país poco serio y en estado de semi barbarie, es cierto, pero todo tendrá su límite, me imagino. O tal vez no… Quizá.

Bachelet es impresentable. Piñera es un bandido. Ossandón está chalado. Lavín es un frívolo. Es cierto que en Argentina gobernó Cristina, un ser de otra dimensión. En Ucrania acaban de elegir a humorista como presidente, y en Italia casi ganó la elección un payaso, con nariz roja incluida. Sí, todo es cierto, aunque al menos en Ucrania votan por un humorista sabiendo que lo es, aquí en cambio votan por humoristas pensando que son políticos, entonces después nos salen con el arrepentimiento de última hora. Es que todo esto es muy raro. Esto no puede ser normal.

Un gobierno de Lavín sería delirante. Y uno de Ossandón sería tan extraño. Porque el “Cote” es raro, y ni hablar de la hermana. La Ximena podría ser ministra del nuevo Ministerio de Moral y Buenas Costumbres, una especie de Santo Oficio. Y Lavín me llevaría pillado con los temas. Dos entradas diarias desde su asunción al trono. Drones persiguiendo gente por las calles; viajes al extranjero para buscar nuevas ideas; piscinas olímpicas para abuelitas. Y cosas así ¿Son raras, verdad? Es que esta gente es muy rara.

De cualquier forma tranquilos, Piñera no lo permitirá, no por vergüenza ajena, porque este tipo no tiene ni propia, sino porque después de un gobierno de alguno de estos personajes, la ex derecha no gobernaría ni en un siglo, y Sebastián con seguridad se presentará en la subsiguiente elección.

En África, por ejemplo, gobierna una suerte de emperadores caníbales multimillonarios, aunque esos tipos se eligen solos, no como por acá, que la gallá elije a gente rara en la fiesta de la democracia. Evo, Ortega y los Monos venezolanos, son solo los penúltimos especímenes de esta lista. Y como asustan, siempre existe la posibilidad de arrepentirse antes de la elección, aunque generalmente la gente no lo hace.

Pero el caso de Lavín es distinto. Como parece un buen cabro, con lentes de mateo del curso, pantaloncitos de gabardina y chaleco manga corta, el cuaderno universitario bajo el ala, con carita de huevón bien intencionado y todo eso, es como que te están afilando pero los perdonas, porque lo ves y no lo crees.

Ossandón es más bruto, aunque dice las cosas con tanta convicción que hace dudar a la gente. Aquí se produce un efecto distinto. Uno cacha que habla puras huevadas, que lo que propone no tiene mucho sentido, pero la gente igual duda. Y así vota por él.

Igual ambos son algo parecidos, uno hace el payaso y el otro hace el loco. Y claro, no podemos negar que ambos entretienen, pero esto debiera ser un poquito más serio, un poquito no más, algo que sea digo yo, aunque sea para disimular. Porque es bien rara esta gente, no me digan que no.