LA GRAN ENCERRONA.

Los delincuentes son capos en productividad e innovación. Todos unos empresarios. Los portonazos dan paso a las encerronas. Ya no te roban el auto frente a tu casa, lo hacen en el trayecto. Otros dejan atrás el impuesto de 17% y dan paso a uno de 27%. Genios macabros.

Y nosotros, el pueblo, con las manos atadas. No podemos pegarle un tiro a un delincuente frente al portón del departamento, menos aun arrollarlo con el auto en la salida de la autopista. Puede llegar carabineros y llevarnos a la cárcel. No es políticamente correcto inntentar salvar la vida y nuestra propiedad, seguramente es fascista. Y ni hablar de lo que son capaces los fiscales. Y ni hablar de los políticos que controlan a Carabineros y la Fiscalía.

Los señores políticos, ganan elecciones hablando en contra de sus colegas y, luego de ganarlas piden querellas en contra de quienes resulten responsables, y los más audaces nos convencen que nosotros somos los culpables por apoyar “el modelo” cruel que crea ladrones, el mismo que los ha enriquecido. Es cierto, el modelo crea dinero y este llama a los ladrones. Nosotros nos encargamos de elegir a los que más roban. Muchos de ellos roban dentro las leyes que ellos mismos dictan.

Existe algo peor que perder un auto, pagar impuestos toda la vida. Los delincuentes comunes roban vehículos, el crimen organizado cobra impuestos. La mafia norteamericana le llamaba pagar por “protección”. Protegían a los comerciantes extorsionados de ellos mismos, si pagaban no te destruían el local.

En Chile hablamos del “Gran Portonazo”. Ahora podremos agregar “La Gran Encerrona”.