LOS LÍDERES QUE NO TENEMOS.

La política chilena es un rasquerío. Estamos colmados de cobardes, analfabetos, ordinarios, vendidos, mal educados, ignorantes, oportunistas, aventureros, leedores compulsivos de encuestas, y mucha, mucha, mucha frivolidad.

Decenas de parlamentarios “escuchando la voz del pueblo”, representado para estos efectos por bandoleros, criminales, incendiarios, saqueadores, terroristas. Flaites entregados al pillaje. Periodistas y opinólogos ignorantes dedicados a pontificar y recetar soluciones maravillosas.

Ahora comparémoslos con dos políticos de primer nivel en un país de primer nivel. Nigel Farage y Boris Johnson enfrentaron al Cuarto Reich de la señora Merkel y sus hombres de negro, y ganaron ¿Cómo ganaron? Enfrentando al adversario, a pesar de su tamaño; hablando de frente; apelando a la dignidad nacional y ofreciendo una alternativa a los burócratas de Bruselas. Nunca renunciaron a promover sus ideas, uno desde el partido Conservador y el otro desde el UKIP y el Parlamento Europeo.

Boris Johnson se jugó su puesto de Primer Ministro, llamando a elecciones. No le importó la posibilidad perder, ya que no le interesó mantener su puesto a cambio de gobernar con las ideas del contrincante. Y en una demostración de decencia, desinterés por el poder y responsabilidad, Nigel Farage no presentó candidatos de su nuevo artido, el Partido del Brexit, en los lugares donde el Parido Conservador se jugaba el triunfo y con ello la posibilidad de concretar el Brexit.

Y ni hablar del gran Donald, que se ha pasado por el traste al dictador chino, a los fanáticos del clima y, a la basura demócrata de su país, repleta de viejas gritonas, viejas locas y viejos ridículos que desconocen la historia de su país y de cómo llegaron a ser lo que son.

Todo muy distinto a Chile, donde Piñera busca su estatua, Bachelet su puesto en la ONU y el resto de la crápula ordinaria una reelección a toda costa. Son todos basura, muchos de los que vegetan en el parlamento, los de La Moneda y sobre todo los de las calles.